El equipo de gobierno de Selva convocó el miércoles un pleno extraordinario en el que aprobó de forma inicial la propuesta de ordenación de un sistema general de infraestructuras y equipamientos para implantar la actividad de recogida municipal de residuos (punto verde) en un solar rústico de unos 8.000 metros cuadrados ubicado en la entrada de la localidad por la carretera de Inca

Actualmente, el municipio cuenta con un punto verde provisional en la zona de ses Deveres de Caimari, gestionado por la fundación Es Garrover, aunque el servicio se reubicará en el solar elegido por el Ayuntamiento porque esta finca de Caimari acogerá las obras de construcción del futuro colegio público de esta localidad.

El alcalde de Selva, Joan Rotger (PP), ha explicado este jueves que la nueva ubicación para instalar el punto verde «tiene informes favorables de la comisión balear de Medio Ambiente y la comisión insular de Urbanismo y Territorio del Consell», requisitos que no cumplían otras posibles ubicaciones que el Consistorio había barajado, una en el entorno del cementerio y otra en la carretera de Moscari, una opción que había sido puesta sobre la mesa por el anterior equipo de gobierno en la pasada legislatura. Por estos motivos, el Ayuntamiento optó por buscar una nueva ubicación.

Además, Rotger señala que un decreto del Govern que caduca a final de año «permite instalar puntos verdes en suelo rústico». «El primer paso es la declaración de la finca como sistema urbanístico», apunta el regidor popular, trámite que ya ha sido aprobado por el Consistorio y que ahora se someterá a exposición pública durante 24 días hábiles. Después se redactará el proyecto para habilitar el punto verde y se adquirirá la finca.

Por su parte, el principal grupo de la oposición, Arrelam, que se abstuvo en la votación plenaria, critica la «falta de información y de transparencia» sobre este expediente por parte del equipo de gobierno del PP. 

El portavoz de esta formación, Biel Morro, cuestiona la ubicación elegida y asegura que se trata de una «decisión política». A su entender, la instalación del punto verde en la entrada de la localidad provocará impacto paisajístico y causará problemas de movilidad. «Nos preocupa cómo afectará a los accesos y al tráfico de grandes camiones; es un riesgo muy grande», subraya Morro.