El GOB aseguró ayer que el emisario submarino del Port de Sóller vierte las aguas depuradas a solo 275 metros del ámbito de la zona sensible del puerto, que según el decreto 49/2003 debe ser objeto de medidas especiales para evitar el deterioro ambiental.

El grupo ecologista asegura que debido a la dinámica marina, el agua vertida por el emisario podría entrar en la bahía, afectando a la zona protegida. Las últimas analíticas multiplican por 16 el límite legal permitido de bacterias fecales.