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Manacor invierte cuatro millones en finiquitar el problema de cal y nitratos

Este verano entrará en funcionamiento la primera de las dos potabilizadoras adquiridas por el Ayuntamiento y que deben dotar de calidad al agua que se consume en la ciudad

Las membranas de la nueva instalación. S.SANSÓ

«La cal es el verdadero problema del agua de Manacor, la que estropea los electrodomésticos o las baterías, es lo que la gente ve y nota mucho más que el parámetro sanitario basado en los nitratos, aunque también sea importante», resume el gerente de la SAM (Empresa de Serveis del Municipi de Manacor SA), Francesc Grimalt. Un dolor de cabeza de décadas que ahora tiene visos de acabar de una manera definitiva con dos potabilizadoras y una inversión de cuatro millones de euros.

La más pequeña de las dos, del tamaño de un contenedor y que ya se está fabricando en Castellón, no tardará mucho en llegar: «En estos momentos estamos preparando las tomas eléctricas y de agua necesarias para que pueda entrar en funcionamiento durante el próximo verano», explica la presidenta del consejo de administración, Cristina Capó. Será la potabilizadora que servirá como base de pruebas y se colocará muy cerca del depósito elevado de la zona del Serralt, donde están centralizados todos los pozos de titularidad municipal. Está previsto que durante el mes de junio se inicie una fase de pruebas y analíticas, hasta que en julio el agua resultante ya sí que pueda lanzarse a la red sin problemas.

En estos momentos por la red de agua de Manacor pasan unos 7.000 metros cúbicos de agua al día. La nueva potabilizadora (que tiene un coste de 200.000 euros), que cuando se inaugure la definitiva que dé agua de calidad a toda la ciudad pasará a la zona costera de Cala Murada, podrá ‘limpiar’ de nitratos y cal 600 metros cúbicos diarios, suficientes para el núcleo costero. «Ahora lo que necesitamos es que Sanidad valide el proceso administrativo para ponerla en funcionamiento», añade Grimalt.

El contenedor que albergará la primera potabilizadora. | S.SANSÓ

Proyecto definitivo

Por lo que respecta a la segunda potabilizadora (que tendrá una capacidad hasta cuatro veces mayor que la más reducida), primero se sacará a licitación en junio la construcción de la nave (cerca del parque verde y el nuevo depósito de vehículos), con un coste cercano a los dos millones de euros procedentes del remanente municipal, para que luego, entre finales de este año y principios del siguiente, se pueda construir y conectar el proyecto clave, lo que daría la posibilidad de eliminar cualquier rastro de nitratos y cal y conseguir, después de décadas de espera, un agua de calidad. En total la inversión se aproximaría a los cuatro millones de euros.

Podrá potabilizar por tanto unos 2.400 metros cúbicos de agua al día, sobre todo de los dos pozos municipales que presentan los principales problemas de calidad, el de ses Tapareres y el de sa Moladora. El resto de caudal se obtendrá de la mezcla de los restantes y el agua salida de la potabilizadora.

«Hay que tener una perspectiva amplia, el verdadero problema del agua de Manacor es la cal, es la que le da mal sabor. Eso sucede por el propio terreno de la isla, porque geológicamente hablando estamos en la España dura, mientras que la zona de Madrid, por ejemplo, sería la blanda, donde no hay que enjuagar la pila cuando lavas los platos porque no deja residuos ni manchas, para entendernos», reflexiona el gerente de la SAM.

Además así, a corto plazo, los vecinos de Manacor ya no tendrán la necesidad de comprar bidones de agua como hasta ahora, ni de utilizar tanto jabón para limpiar los platos o la ropa, además de ver alargada de manera sensible la vida de los electrodomésticos que funcionan con agua como lavaplatos o lavadoras. «Al fin y al cabo la potabilizadora hará el trabajo global que muchas personas están haciendo ya a pequeña escala, con máquinas descalcificadoras echando sal a las tuberías».

«Esto nos permitiría no tener que depender de los demás y acelerar el proceso», continúa Capó. La llegada canalizada del agua de sa Marineta (prevista desde hace años desde el Govern pero que aún está por llegar a Petra) «puede tardar mucho tiempo y, cuando llegue, será un complemento dentro de un contexto de cambio climático y de incertidumbre de los recursos hídricos».

Por lo que respecta a una posible subida del precio del agua, ambos apuntan que «el agua no tiene por qué ser más cara una vez esté todo en funcionamiento; hay que tener en cuenta que nosotros dependemos del Ayuntamiento y servimos a la ciudadanía, no tenemos un afán de lucro». En estos momentos el precio de cada metro cúbico de agua en la ciudad de Manacor es de 0,21 céntimos de euro.

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