Unas 800 personas formaron ayer una larga cadena humana en el Moll de Portocolom para reclamar al Govern un proyecto de restauración respetuoso con este enclave de más de dos siglos de historia. Vecinos de la zona, pero también de otras localidades, adultos y niños, participaron en esta convocatoria ayer por la mañana.

Organizada por la plataforma en defensa del Moll de sa Duana, la cadena humana, que se formó a las 11 de la mañana y tuvo que ser disuelta a los diez minutos para cumplir con las estrictas medidas de seguridad, desbordó las previsiones de los convocantes (Terraferida, ARCA, GOB, Gremi de Margers, Amics dels Clossos y Més que pedra). En algunos puntos fue necesario formar hasta tres filas de personas, separadas entre ellas por dos metros. Todas estallaron en un aplauso que se prolongó durante cinco minutos, denotando el cariz festivo de este acto.

Algunas barcas se sumaron a la convocatoria. | MANU MIELNIEZUK

«Después de tanto tiempo, la gente tenía muchas ganas de participar en un acto colectivo. Ha sido muy bonito», manifestó después Jaume Adrover, miembro de la plataforma Salvem Portocolom y portavoz de Terraferida. Adrover también remarcó que la participación conseguida ayer se debió no solo a la defensa del Moll de sa Duana, «sino a esta manera de hacer las cosas de las administraciones públicas, sin control democrático. La gente lo tiene muy claro, las cosas no se pueden hacer así».

Media hora antes de lo previsto, al Moll había empezado a llegar gente con la intención de formar parte de esta manifestación. La cadena humana comenzó en el extremo del muelle donde están los desperfectos causados por maquinaria de peso y que el Govern pretende reparar con un proyecto al que se oponen vecinos y entidades, ya que Ports IB ha previsto encimentar parte del dique. La oposición a la intervención prevista ha exigido la paralización del proyecto.

«Esperamos que Ports IB entienda que debe contar con la participación de la gente», declaró Jaume Adrover tras haber participado en la cadena humana. «Es un clamor no solo por el patrimonio, sino por lo importante que es el espacio público», añadió el portavoz de los organizadores.

La cadena humana se mantuvo formada diez minutos. | MANU MIELNIEZUK

«No esperábamos una respuesta tan grande en unas circunstancias tan difíciles. Gracias, gracias y gracias. Salvaremos el Moll, hay otra manera de vivir y de hacer las cosas. ¡El Govern tiene que escuchar!», agradeció la plataforma.

Horas más tarde, Ports IB se pronunció a través de redes sociales, expresando su «total respecto» a la movilización y reiteró que la reforma del Moll «se hará de acuerdo a lo que determine el equipo de expertos arqueólogos y margers». Según Ports IB, las decisiones se tomarán «escuchando a la comisión de seguimiento», ya que su intención es -dicen- que la reforma del Moll sea un referente con valor patrimonial.