El Sant Antoni más desangelado

A puerta cerrada. Así vivieron ayer Manacor, Artà, sa Pobla, Muro, Pollença, Capdepera o Son Servera la revetla de Sant Antoni. Este 2021 las calles no estallaron en fiesta ni fue una noche de foc i fum. Sin dimonis, ni foguerons ni glosades... la tristeza se ha apoderado de los santantoniers y santantonieres. Este año, sí, han cambiado las reglas de la historia y ha ganado el virus del dimoni y los únicos actos han sido simbólicos o virtuales.

Ses Completes son el único acto que resisitó ayer los efectos de la pandemia. Eso sí, tuvieron que celebrarse a puerta cerrada y retransmitidas por YouTube. La imagen que regaló anoche la iglesia de Els Dolors de Manacor quedará para la historia: el templo vacío de manacorins y manacorines devotos del patrón de los animales. Los únicos privilegiados fueron los músicos de la Banda de Música de Manacor y los coristas, eso sí, separados con la correspondiente distancia de seguridad y repartidos por toda la iglesia. «No sonará de lo mejor», admitió la presidenta de la banda, Antoni Bassa, que no dudó en etiquetar de «triste y muy frío» este Sant Antoni marcado por la pandemia.

«Un día triste», comentaba también una vecina de sa Pobla, sobre lo anómalo de la situación. En esta localidad, uno de los centros neurálgicos normalmente de la fiesta, el espíritu santantonier se mantuvo con la difusión de un audiovisual sobre la celebración, en que se recordó aAlexandre Ballester y a Madò Buades. Por la noche se realizaron las Completes a puerta cerrada, donde se pudo escuchar el esperado «Visca Sant Antoni». La revetla de Sant Antoni transcurrió bajo vigilancia policial en los pueblos santantoniers, a fin de que se cumplieran las restricciones. En Artà, por ejemplo, la Guardia Civil instaló controles a la entrada para evitar que gente de otros municipios se desplazase. Para hoy, se intensificará las vigilancia en los recorridos que hacían las Beneïdes.