El ayuntamiento de Manacor ya tiene las herramientas necesarias para poner fin a un problema endémico en el municipio: la presencia de vehículos abandonados en la vía pública, una presencia que en algunos casos puede llegar a ser peligrosa.

Y es que el Consistorio cuenta con dos herramientas básicas para emprender un plan de choque que termine con los vehículos abandonados en la vía pública. Una de ellas es la puesta en marcha del depósito municipal (pegado al Punt Verd) que tendrá capacidad para albergar un centenar de coches.

«En cuestión de días» se tendrá el final de obra. Esto significa que la semana que viene o la otra ya se pondrá en marcha la nueva nave, lo que permitirá poder emprender la retirada de vehículos abandonados. Así lo avanzó el primer edil Miquel Oliver, que detalló que el nuevo espacio contará con un sistema de vídeo vigilancia para los coches embargados por los juzgados y que deben ser custodiados.

Asimismo también ha quedado aprobada la ordenanza reguladora de los vehículos abandonados en la vía pública, una normativa que «permitirá gestionar de una forma más rápida» la retirada de los coches abandonados. Así, la ordenanza proporciona al Ayuntamiento un marco jurídico para emprender las actuaciones correspondientes como la localización, la denuncia, el proceso para su retirada y la entrega al centro de tratamiento y descontaminación.

La ordenanza, que ha entrado en vigor tras el correspondiente periodo de exposición pública, prohíbe el abandono de los coches en la calle y establece que se considerará un vehículo abandonado cuando hayan transcurrido más de dos meses después de ser inmovilizado o retirado y depositado por el Ayuntamiento sin que el titular haya formulado alegaciones; cuando esté un mes en el mismo sitio y presente desperfectos que hagan imposible su desplazamiento o le falten placas de matrícula o cuando figure en situación de baja en la base de datos de la DGT. También se considerará vehículo abandonado cuando suponga un peligro. En los últimos dos casos, la retirada será inmediata y se llevará al depósito municipal. En el resto de casos, el propietario tendrá 15 días para retirarlo de forma voluntaria. Eso sí, la ordenanza también prevé un régimen de sanciones con multas que rondan de los 750 a los 1.500 euros. Otra de las novedades de la ordenanza es que contempla la posibilidad de sustituir la destrucción del vehículo por su adjudicación a los servicios de vigilancia y control del tráfico en el municipio.

Para proceder a la retirada de los numerosos vehículos abandonados en la vía pública, la idea, explicó el primer edil, es hacerlo en dos fases. Primero se retirarían los coches abandonados en la vía pública tanto en las calles de los diferentes núcleos de población como del polígono industrial y del agroalimentario. Ya en una segunda fase, avanzó Oliver, la intención es liberar las plazas del aparcamiento de la Plaça de Sant Jaume ocupadas por vehículos en custodia judicial.

Y es que hasta ahora el único depósito que tenía Manacor era el de la Policía Local en el parque municipal que tiene una capacidad para una veintena de vehículos.