Cuando faltan tres meses y medio para la celebración de las fiestas de Sant Antoni en Mallorca, los municipios con más tradición antoniana empiezan a mover ficha para adaptar la agenda festiva a la actual situación de pandemia sanitaria. El primer municipio que ha adoptado las primeras decisiones en este sentido ha sido el de Manacor, que ya ha suspendido los tradicionales concursos de Sant Antoni mientras espera la evolución de la pandemia del coronavirus para determinar cómo se podrá celebrar la gran fiesta cuando llegue el momento.

han tomado la “difícil decisión de suspender los concursos de foguerons, beneïdes, fachadas, escaparates, fotografía, dibujo y de la imagen oficial de las fiestas”.

El Ayuntamiento y el Patronat de Sant Antoni

El Ayuntamiento y el Patronat de Sant Antoni han tomado la “difícil decisión de suspender los concursos de foguerons, beneïdes, fachadas, escaparates, fotografía, dibujo y de la imagen oficial de las fiestas”. 

Esta decisión no implica, según quieren dejar claro, suspender Sant Antoni, una decisión que se tomará a la espera de ver cómo evoluciona la pandemia. “Nos agarramos a la esperanza de que la situación epidemiológica mejore sustancialmente en los próximos meses y nos permita, si no de manera completa, llevar a cabo unas fiestas tan populares y participativas como nos sea posible. Siempre siguiendo las directrices sanitarias vigentes y respetando las decisiones que marquen las instituciones competentes”, reza el comunicado.

Decisión complicada

Se trata de una decisión “complicada, muy dura y muy meditada” porque Sant Antoni es “un componente clave del movimiento social de nuestro municipio, una seña de identidad llena de costumbres centenarias, pero también es un movimiento económico para Manacor”. 

Manacor se agarra a la esperanza de que la situación epidemiológica mejore en los próximos meses

Por eso, Ayuntamiento y Patronat agradecen la comprensión ante esta “difícil decisión”. Durante estas semanas se han mantenido distintas reuniones para analizar los posibles escenarios coincidiendo con la dificultad de celebrarlas con garantías al tratarse de actos multitudinarios que concentran un gran número de personas tanto en espacios públicos como privados. “Es necesario ejercer una posición de responsabilidad y sentido común velando por la seguridad de los manacorins y manacorines como por la de los visitantes que disfrutan de nuestras fiestas”.

El ayuntamiento de sa Pobla y la Obreria de Sant Antoni tienen previsto reunirse a finales de este mes de octubre para decidir el futuro de la fiesta más sentida por los poblers. El alcalde Llorenç Gelabert señala que “de momento, la junta de gobierno de mañana (hoy para el lector) suspenderá oficialmente la próxima Fira de Tardor”, pero el Consistorio cree que todavía es pronto para decidir sobre la fiesta de Sant Antoni.

En Artà, también están pendientes de una reunión. En este municipio no esconden su preocupación sobre la próxima edición del Sant Antoni.