Con el título de ' Les múltiples cares de Beethoven', Pere Estelrich i Massutí, colaborador de este periódico y coordinador del suplemento cultural Bellver, ofrecerá dos audiciones musicales comentadas hoy y mañana en Llubí y Manacor, respectivamente. La primera se llevará a cabo en la Plaça de la Farinera (21.30 horas) y la segunda en la Torre dels Enagistes, sede del Museu de Manacor (21 horas). En esta última también intervendrá la flautista Antonia Bassa.

"El nombre de la audición pretende evocar las diferentes maneras de acercarse a Beethoven", afirma Estelrich, "ya que es un músico al que uno puede ver y escuchar de muchas maneras: como innovador, como melodista y como músico comprometido con su tiempo. Beethoven es un compositor poliédrico".

Este 2020, para el mundo de la música clásica, es considerado el Año Beethoven, debido a que el compositor nació en Bonn el 16 de diciembre de 1770, hará doscientos cincuenta años.

Para Estelrich "Beethoven es uno de los damnificados de la pandemia, o mejor dicho, los melómanos somos los damnificados, al cancelarse muchas de las propuestas que en torno a la música del compositor debían celebrarse a lo largo del 2020. Todos los grandes festivales europeos, incluido Bayreuth, tenían previsto programar obras del maestro alemán. También los ciclos musicales de la isla, como el de la Simfònica".

Preguntado sobre qué representa Beethoven en la historia de la música, Estelrich contesta: "Es el gran puente entre el clasicismo y el romanticismo. Beethoven pone las bases de lo que después desarrollarán Schubert y Brahms, e incluso no se explicarían Wagner o Mahler sin Beethoven".

Innovador

"Beethoven, por ejemplo, introduce partes vocales en las sinfonías, cosa que hasta el momento no se había contemplado. En la música de cámara hay un antes y un después, sobre todo por lo que concierne a los cuartetos de cuerda y a las sonatas para piano. En una de ellas, la última, incluso podemos intuir lo que será el boogie-woogie. Es Beethoven quien se atreve a reflexionar, a través de la música, sobre la libertad y el compromiso, tanto de las sociedades como del artista en particular. En la tercera sinfonía, por ejemplo, contempla el héroe no como mito sino como una persona que sufre, que ama e incluso que muere. La marcha fúnebre de la Heroica contiene momentos para la esperanza", añade.

Sobre cómo era el Beethoven personaje, Estelrich piensa que "era de trato difícil y de carácter un tanto susceptible, aunque tenía sus motivos, su salud no era muy buena y no lo digo por la sordera solamente, Beethoven sufrió muchos dolores de estómago, casi de manera crónica y a punto estuvieron de amputarle un dedo del pie".