Un enfilall de tomàtiga de ramallet de 20 metros de longitud y cerca de 300 kilógramos de peso, que igualó al de las ediciones anteriores, fue el gran protagonista de la Fira Nocturna de Maria de la Salut, del pasado viernes, dedicada a esta fruta que muchos confunden con una hortaliza.

Más de 20 personas se dedicaron a elaborar el espectacular enfilall que en esta ocasión se tuvo que hacer con tomates de ramallet adquiridos en pueblos vecinos ya que la producción del municipio de Maria ha sido prácticamente nula; las enfermedades, las altas temperaturas y la proliferación de algunas especies de pequeñas aves y mamíferos han causado estragos.

La feria estuvo protagonizada por una noche calurosa y muy húmeda con un elevado número de vendedores y mucho público. En el centro de la plaza des Pou tuvo lugar una muestra a cargo de algunas vecinas de cómo se enhebran (enfilan) los tomates de ramellet para elaborar las ristras que permiten tener esta sabrosa fruta todo el año.

Entre los vendedores se podían adquirir todo tipo de productos artesanales. Las acostumbradas paradas de ventas de camisetas del próximo Rock'n'Rostoll y los buñuelos de la Segona Ona.

Por primera vez se encontraba un interesante puesto con el nombre de l'Aire d'Eivissa i Mallorca en el que Yolanda y Llúcia vendían todo tipo de productos artesanales de las islas. "Intentamos defender nuestra cultura gastronómica popular", explicaron. Había helado de bomba (de almendra tostada), que se fue elaborando durante toda la noche, vermut de Binissalem, café Caleta de Eivissa y todo tipo de empanadas. También se dedican a hacer esculturas de hierro piedra y marés. "Nos ha gustado mucho esta feria y ya nos han invitado a la que se celebra dentro de 15 días. Seguro que volveremos", aseguraban terminada la velada.