Inaugurado en 1935, el colegio público Joan Mas i Verd de Montuïri ha llegado este curso a alcanzar la cota más alta de docentes de su historia. Cuenta con 26 maestros, seis de educación infantil y veinte entre educación primaria y especialistas. La matrícula se cifra en 257 alumnos (una ratio de diez estudiantes por profesor), de los cuales 189 corresponden a Primaria (29 más que el curso anterior) y 68 a Infantil (dieciséis menos) lo que significa un aumento global de trece plazas, es decir, un 5%.

Desde el primer día lectivo se benefician del comedor escolar, con cocina propia, una media de 97 niños y niñas que disfrutan, además, del servicio de guardería hasta las 16 horas. El precio por comensal es de seis euros si se queda todo el curso. Por otra parte, dieciocho alumnos asisten a la escola matinera.

El claustro se ha visto renovado con la incorporación ocho caras nuevas, motivadas algunas por los desdoblamientos que se aplican a los seis cursos de primaria y tres de infantil, excepto en cuarto y en cinco años.

Por cuarto año académico consecutivo, el CEIP cuenta con una auxiliar de conversación en lengua inglesa. Las actividades extraescolares ofrecen teatro, robótica-Lego, speaking (hablar en inglés) mediante juegos, psicomotricidad, gimnasia rítmica, yoga, multideporte, fútbol, ajedrez y music together (música juntos).

Continúa el programa de reutilización de libros para el cual las familias aportan el 50% por el préstamo y la conselleria de Educación lo hace con el 50% por niño inscrito. El 87% del alumnado perteneciente a los seis cursos de primaria participa de este abaratamiento del material escolar.

Obras

A mediados de julio comenzaron las obras de sustitución del enladrillado de tres aulas de la planta baja que quedaron pendientes de la actuación del pasado curso. En julio se inició la amplia reforma de la antigua casa de la conserje que será reconvertida en dos nuevas aulas con sus correspondientes aseos. Está previsto que las mejoras concluyan en noviembre.

Según ha explicado el director del centro, Gabriel Miralles, esta reestructuración “posibilitará ir eliminando las aulas prefabricadas, una en este mismo trimestre, y la otra, en junio de 2019”. Finalmente, gracias al convenio del Ayuntamiento y el SOIB, un operario pintará gran parte del edificio durante seis meses , “una medida que había sido reclamada durante muchos años”.