La alcaldesa de Manacor, Catalina Riera, junto a diferentes representante de la corporación municipal de Manacor y el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, recibieron ayer en el Ayuntamiento al cardenal Luis Francisco Ladaria (Manacor, 1944). "Me llena de orgullo poder reconocer la labor de personas que, como usted, son referentes en su ámbito y destacan por su dedicación y esfuerzo", manifestó Riera, que ha destacado además la "sólida formación y la gran capacidad de trabajo que demuestra el cardenal Ladaria" y ha deseado que "desde el lugar que ocupa en la jerarquía eclesiástica pueda trabajar con el objetivo de hacer un mundo mejor".

Por su parte el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, remarcó que "Luis Ladaria ocupa el segundo lugar con más responsabilidad de la Iglesia católica y este hecho representa un gran honor para la de Mallorca". El obispo también recordó que "el día que se anunció su nombramiento como cardenal, el nombre de Manacor estuvo presente en todos los titulares y este hecho demuestra la estima que Ladaria tiene por esta ciudad".

Durante su parlamento el cardenal Ladaria ha dado las gracias al obispo y a todos los concejales que asistieron a la recepción. "Ahora estoy fuera, pero me gusta considerarme manacorí. La distancia no quita el afecto que tengo por Manacor, que es mi pueblo".

El cardenal también reveló que "fue una sorpresa que el Papa me nombrara, no me lo pidieron, simplemente me eligieron". Ladaria, que se mostró risueño y agradecido en todo momento, destacó que "el cargo de cardenal, más allá de los honores, implica una gran responsabilidad: el Papa ya destacó que los cardenales no hemos venido a ser servidos sino para servir y eso es lo que intento hacer desde el lugar que ahora ocupo".

Hoy a las 20 horas Ladaria, de formación jesuita y profesor de Teología, presidirá la misa de Acción de Gracias en la parroquia dels Dolors de Manacor, su primera como cardenal en la isla.