Las patrullas ciudadanas contra la prostitución callejera en Magaluf se paran, por el momento. Portavoces del movimiento formado por empresarios de la zona (en su mayoría británicos), trabajadores de la noche y taxistas así lo han anunciado después de abrir un canal de diálogo con el ayuntamiento de Calvià para solucionar los problemas de orden público en la localidad.

La decisión ha generado discrepancias entre algunos empresarios, que, en las redes sociales, han dejado constancia de su malestar, al entender que había que seguir con estas patrullas vecinales que empezaron a finales de mayo.

Reunión con el alcalde

En cualquier caso, las caras más visibles de esta iniciativa, que ejercieron de representantes del este movimiento ciudadano en una reunión la semana pasada con el alcalde Alfonso Rodríguez Badal (PSOE), han defendido la necesidad de frenar este tipo de acciones mientras se negocia con las atuoridades municipales, así como con la Policía y la Guardia Civil.

"Ahora toca ser pacientes", asegura uno de los empresarios que se entrevistó con el alcalde y que refiere que los mandos policiales les trasladaron la idea de "no tomarse la justicia por su mano", al tiempo que les recordaron que este tipo de acciones carecían de la preceptiva autorización. En cualquier caso, no descartan en un futuro retomar las movilizaciones si no perciben avances en sus reclamaciones.

Más cámaras

En la reunión celebrada la semana pasada en Calvià vila, se pusieron sobre la mesa algunas de las propuestas de este movimiento ciudadano. Por ejemplo, colocar más cámaras de seguridad e iluminar las calles más oscuras para evitar que se conviertan en lugares propicios para prácticas delictivas. El alcalde calificó la reunión de "provechosa" y destacó que se habían registrado avances ante preocupaciones comunes, en materia de seguridad y mantenimiento. Sin embargo, Rodríguez Badal sí que dejó claro que las patrullas vecinales "no son el camino" para solucionar el problema, y abogó por la interposición de denuncias.