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Historia

El último mallorquín que pudo contar la guerra filipina

Gabriel Reus, o como era conocido en Capdepera, 'es Patró Biel Ferrer', fue el superviviente de la contienda colonial que más tiempo pudo recordar los hechos

Gabriel Reus Veny. b. melis

Era 17 de septiembre de 1896 cuando es Patró Biel Ferrer embarcaba rumbo a las islas Filipinas. Tenía 21 años cuando supo lo que era la guerra colonial y 102 cuando todavía se acordaba y contaba, en su Capdepera natal, lo que sucedió en 1898, cuando España dejó de ser imperio y perdió de un plumazo sus colonias ante los Estados Unidos. Gabriel Reus Veny, su verdadero nombre, fue el último soldado que pudo contar lo que se vivió allí en primera persona.

Es Patró Biel nació el 15 de enero de 1875 en la calle del Bosque. A los 20 años le sortearon para hacer el servicio militar, momento en el que ingresó oficialmente en el ejército. Primer destino: La Mola de Maó. Pero allí duró poco. El destino parecía enviarle a Cuba, la misma guerra en distinto continente; pero pasó hasta tres cribas con éxito... hasta que la suerte, mala, le llevó a Filipinas.

En una entrevista concedida cuando sobrepasaba la centuria al periodista local y colaborador de este periódico, Bartomeu Melis Meyme, Reus recordaba su proceso de llegada: "De entrada, aquellos lugares no me supusieron ninguna impresión especial. Nos dieron el armamento y partimos hacia la mar, desembarcando de noche en una playa y caminando, después hasta la salida del sol. Preparamos una emboscada... los enfrentamientos fueron atroces con gran número de muertos por cada bando contendiente".

La hebilla que le salvó la vida

Pese a ello nunca le hirieron: "Pude eludir descargas terribles. Una vez me pasó una bala por debajo de la axila y otra fue a impactar en la gruesa hebilla del cinturón; si no hubiera sido así, seguro que hubiera perecido". Lo que no pudo evitar fueron las fiebres: "Me puse enfermo y me internaron tres meses en un hospital de Flor de Isabela. Cuando mejoré y me dieron de alta, fui trasladado a Cavite Viejo, juntamente con otros dos compañeros de Felanitx e Inca".

Desde el 23 de agosto de 1898 al 10 de diciembre de 1899 (época que narra la película sobre la guerra estrenada recientemente) le hicieron prisionero, después de haber luchado en diferentes frentes de batalla. "Encontrándome en esa situación, el general Primo de Rivera decretó la paz. El 20 de enero de 1900 regresaba a España, habiendo dejado en Filipinas muchos compañeros, para siempre".

Biel, quien recibió homenajes en vida como el marinero más veterano y la Medalla de Oro al Trabajo por su más de medio siglo dedicado a la pesca, también se acordaba de las chicas: "En aquella guerra tuvimos poco tiempo para la diversión, allí todo parecía bonito, las chicas filipinas eran muy guapas y simpáticas, me acuerdo mucho de ellas... y especialmente de una".

Imagen de grupo de los últimos soldados españoles en Filipinas.

Sin embargo, Reus no formó parte de los mallorquines, dos: los petrers Antonio Bauzá y Jaime Caldentey, que vivieron el asedio de Baler, los archiconocidos como los últimos de Filipinas, recientemente recordados de nuevo gracias a la película, precisamente titulada 1898. Los últimos de Filipinas.

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