Un año más, Sineu celebró ayer la Fira de Sant Tomàs, dedicada a la tradición de las matanzas, en un domingo soleado que atrajo a cientos de visitantes hasta la localidad del Pla, donde hubo atractivos suficientes para pasar una buena jornada dominical. No obstante, no hubo tanto público como en anteriores ediciones.

La feria de las matanzas ha cambiado con respecto a hace varios años. Tiene un componente más abierto y procura no caer en el folkorismo rancio. Se siguen mostrando al público los aspectos propios de una matanza típica mallorquina, pero los ‘matancers’ y las ‘matanceres’ ya no van vestidos de payeses. También se mantienen las muestras de ‘porcs negres’ y el tradicional concurso de ‘porcs grassos’.

En los últimos años, la feria ha potenciado más los aspectos culturales y las muestras de artesanía. De hecho, en el marco de la Fira de Sant Tomàs se ha llevado a cabo la segunda edición del Nadal fet a mà, un mercadillo dedicado exclusivamente a los trabajos artesanales y a los productos culturales que ha sido muy visitado durante todo el fin de semana.

Evidentemente, no faltaron las paradas de venta y degustación de embutidos mallorquines. La organización de la feria también invitaba a pan con sobrasada a los visitantes.

Ayer, además, también hubo conciertos de música tradiconal con la Ximbomba Atòmica y exhibiciones de ‘ball de bot’ a cargo de los grupos locales Copeo de Sineu y Brot d’Alfabaguera. La Escola de Xeremies de Sineu protagonizó un ‘cercavila’ a mediodía.

En la Plaça del Fossar, numerosas personas participaron en talleres de ‘brodat’ y otras manualidades relacionadas con las fechas navideñas.