­Trece votos a favor y 12 en contra. Por este estrecho margen sacó ayer adelante el gobierno municipal de Calvià la votación más importante del año, la de los presupuestos. En un pleno extraordinario, los socialistas y el regidor de Sí Se Puede (SSPC) sólo obtuvieron el apoyo ya anunciado de Esquerra Oberta (EOC), frente al resto de grupos, que criticaron que se les haya marginado de las negociaciones previas.

Las cuentas municipales del año que viene ascienden a 89,3 millones, un 3,2% más que las anteriores. “Son unos presupuestos que devuelven a los vecinos el esfuerzo fiscal que han hecho”, enfatizó el alcalde Alfonso Rodríguez Badal (PSOE), al final del debate. Previamente, se produjo un denso intercambio dialéctico basado en la diferente interpretación de los números presupuestarios.

La teniente de alcalde de Economía, Mamen Iglesias (PSOE), incidió en la apuesta por la ocupación, con 2,7 millones de euros para políticas de empleo; por la cohesión social, a la que se destinarán 2,6 millones; y por la participación, con un incremento de 100.000 euros para los presupuestos participativos, hasta llegar a los 350.000 en 2017.

Iglesias hizo una exhaustiva enumeración de actuaciones previstas, entre las que incluyó las subvenciones a entidades sociales como la Fundación RANA o Asdica, la celebración del primer congreso internacional de la ‘Isla Inteligente’ y las inversiones en infraestructuras deportivas, entre otras.

El único apoyo que encontró el equipo de gobierno durante el debate fue el de Esquerra Oberta, cuyo regidor Alfonso Rodríguez Sánchez destacó que estas cuentas son un “principio para un Calvià más justo, más social y más transparente”. Este edil hizo un repaso a algunas de las propuestas de EOC recogidas en los presupuestos, como la recuperación de la figura del Defensor del Ciudadano (con una partida de 40.000 euros) y la convocatoria de ayudas al alquiler.

Críticas del PP

La interpretación que se hizo desde la bancada de enfrente fue radicalmente opuesta. El portavoz municipal del PP, José Manuel Ruiz, consideró que esas propuestas de EOC habían sido más bien “chantajes” al gobierno municipal. A continuación, entró al detalle de los números, con una mención destacada para el aumento de 1,4 millones para inversiones (hasta un total de 5,5 millones). Ruiz acusó al equipo de gobierno de “alardear” con esta cifra. “Lo que no dicen ustedes es que un millón de euros [de ese aumento] procede del Consell de Mallorca”, sostuvo.

Ruiz, quien expresó su sorpresa por que sólo se dediquen 3.500 euros a las familias numerosas, hizo hincapié en otro momento al pago de la deuda municipal, que, en su opinión, se podría adelantar más dado el estado de las finanzas. En este punto, Iglesias le contestó con los “10 millones de euros” que el PP transfirió a bancos cuando gobernaba, en detrimento, dijo, de los vecinos.

Por su parte, el regidor de Ciudadanos, Carlos Tarancón, cuestionó que el de Calvià sea un “gobierno para la gente”, con el argumento de que determinadas partidas con fines sociales palidecen ante los “707.000 euros” que se gastará el Ayuntamiento en dinamizadores en 2017. “Hay un continuismo en la cultura del derroche”, arguyó Tarancón, mientras a continuación el alcalde le respondía: “Si no quiere usted los dinamizadores culturales, entonces habría que cerrar los centros culturales”.

Los presupuestos de 2017 tampoco obtuvieron el apoyo de la edil no adscrita, Isabel Manresa, quien abandonó el Grupo Municipal Sí Se Puede cuando tomó posesión de su cargo. “El fin de la pobreza es el gran reto para Calvià y así lo decían ustedes en su acuerdo de investidura, pero no vemos este objetivo en los presupuestos”, manifestó. Manresa reclamó la gratuidad de los comedores escolares -que el gobierno municipal cifró después en un coste de unos tres millones de euros- y más ayudas para parados de larga duración y para el alquiler.

En el pleno de ayer, se aprobó también de forma definitiva la nueva ordenanza fiscal reguladora del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).