Inaugurado en 1997 y, a todas luces, con múltiples deficiencias. El hospital de Manacor ha quedado aún más al descubierto de lo que estaba a raíz de la tromba de agua caída durante la madrugada del pasado sábado al domingo. La gerente, Catalina Vadell, tuvo que dar también ayer muchas explicaciones. En declaraciones a Diario de Mallorca señaló que "históricamente este hospital siempre ha sufrido goteras". En cuanto al desalojo de la cuarta planta y reubicación de un considerable número de pacientes (diversos trasladados a hospitales privados de Porto Cristo y Muro), apuntó que "esta cuarta planta seguirá cerrada hasta que tengamos las pertinentes garantías, no nos podemos arriesgar". Calculó que "posiblemente dentro de tres semanas se podría reabrir parte de esta planta".

Desde finales de enero se ejecuta precisamente un proyecto de reforma-mejora de la cubierta del edificio de hospitalización. La abundante agua caída constató que las medidas para evitar filtraciones fueron insuficientes (las juntas de dilatación no soportaron la tromba). Pacientes y familiares llegaron a contabilizar el domingo 40 cubos en la cuarta planta, 20 en la tercera. Incluso en el hall-planta baja se cuestionaba "la triste imagen de tantos cubos, pañales y toallas".

Vadell informó de que a la empresa encargada de la mejora de la cubierta del hospital se le ha pedido mayor celeridad.

Afortunadamente, según Vadell, "de las once cirugías programadas para este martes sólo hemos tenido que suspender una". Del lunes: suspendidas siete del total de nueve. La gerente remarcó que no hay incidencias en la actividad quirúrgica ambulatoria. "Daremos prioridad a los enfermos que precisan intervención quirúrgica con ingreso hospitalario, somos concientes del problema de las listas de espera". Desde la conselleria de Salud del Govern balear, con Martí Sansaloni (PP) al frente, también se lamentaron las molestias ocasionadas a la ciudadanía.

Llueven las críticas al PP

La plataforma Guanyem Manacor y los partidos Més-Esquerra y PSOE se expresaron con dureza. Guanyem manifestó: "El deterioro de las infraestructuras era evidente hace tiempo pero las autoridades no han actuado. Reiteramos la petición de dimisiones de los responsables". No descarta recoger firmas y convocar a la ciudadanía a las puertas del hospital. Por su parte, Més-Esquerra denunció el "estado deplorable del hospital", rechazando la "falta de inversiones" y exigiendo al Ayuntamiento una mayor implicación. Mientras que el PSOE culpó a la Conselleria "por las filtraciones que provocaron el caos". Unas obras "a destiempo". Una vez más criticó que el Govern Bauzá descartase el millonario-ambicioso plan de reforma y ampliación que dejó el Pacte de Progrés y, para más inri, haya aplicado estos años drásticos recortes.