­Las tradicionales matances caseras deben realizar el pertinente control de la triquinosis. Es la advertencia del Govern balear y del Col·legi Oficial de Veterinaris de les Illes Balears (Covib). Pese a las intenciones de potenciar las campañas año tras año, tanto vecinos como autoridades y profesionales veterinarios detectan que muchas matances no tienen en cuenta los avisos, saltándose la norma, principalmente por la baja percepción de riesgo que existe entre la población, y la variabilidad en la implicación por parte de los ayuntamientos.

En este sentido, en muchos pueblos se escuchan frases tipo: "Desde tiempos inmemoriales se vienen haciendo matances y nunca ha pasado nada...". No obstante, la cifra de 505 muestras de control de triquinosis realizadas en Mallorca en la última campaña, 2013/14, invita al optimismo. El 1 de abril de 2015 se espera que, por segundo ´curso´ consecutivo, se haya rebasado de nuevo el medio millar. Hay que explicar que las campañas comprenden del 1 de noviembre al 30 de marzo. El pasado viernes ya se contabilizaban 208 muestras, encabezando el ´ranquing provisional´ el municipo de Felanitx, con 22.

Desde el Covib y Ejecutivo autonómico se remarca la importancia del control sanitario de animales de la especie porcina que se destinan al consumo doméstico privado. El aviso: "Se pueden sacrificar animales siempre que se sometan a una análisis de detección de triquina". En la actual campaña hay 87 veterinarios colaboradores de la conselleria de Salud, distribuidos por un total de 32 municipios en Balears.

¿Qué es la triquinosis? La triquinosis (también llamada triquinelosis o triquiniasis) es una enfermedad parasitaria zoonótica causada por un nematodo del género Trichinella. Es una enfermedad de declaración obligatoria. Una enfermedad ampliamente distribuida a nivel mundial que se transmite a través de los alimentos y para la cual existen medidas específicas de control en la normativa de la UE.

El contagio se produce por la ingestión de carne cruda o poco cocinada y embutidos no sometidos a tratamiento térmico, infestados por larvas de este parásito.

Cuando una persona consume carne de un animal infestado, los quistes de Trichinella son digeridos en el estómago, por lo que se liberan las larvas, que se dirigen al intestino y crecen hasta convertirse en adultos, alcanzando una longitud de 2 a 4 mm. Estos parásitos tienden a invadir los tejidos musculares, incluyendo el corazón y el diafragma, pudiendo afectar a los pulmones y al cerebro.

Si se ingiere carne cruda con larvas de este parásito los efectos pueden variar, pudiendo ser prácticamente nulos con molestias muy leves, como náuseas o fatiga; o muy graves y que causen problemas cardíacos e incluso la muerte. El parásito tiende a ir a las capas musculares y puede provocar problemas en articulaciones.

La prueba de la triquinosis consiste en retirar el floquet del porc, zona tendinosa situada entre los dos pilares diafragmáticos, y que un veterinario colaborador de la conselleria de Salud realice el análisis mediante placas de compresión, dando un resultado en un plazo máximo de 48 horas.

¿Riesgo legal? El Covib informa de que legalmente, hay una realidad y es que Balears no están declaradas zona libre de triquina. Seguramente, la prevalencia del parásito es muy baja. De hecho, en los últimos diez años sólo se han notificado dos casos de infección en la comunidad. Uno de ellos fue causado por un producto cárnico llegado desde Bulgaria, mientras que el otro no se supo de dónde procedía. Estos datos explicarían la baja percepción de riesgo que existe entre la población.

El trabajo de los veterinarios de campo es intentar concienciar a la gente que realicen una desparasitación del animal un par de meses antes de la matanza y, aunque la prevalencia de la enfermedad sea muy baja, es necesario que los particulares tengan en cuenta este tipo de control para poder tener una seguridad de lo que comen.

Opiniones de profesionales

Laura Gomila Marquès, de Veterinaris Montuïri, y Jaume Roig, de Zooclínic Manacor, han acudido, en lo que llevamos de campaña 2014/15, a un par de matances.

Gomila afirma: "Creo que es bueno mantener las tradiciones, garantizando siempre la salud de las personas y el bienestar animal. Los controles de triquina ya se hacían antes. Animaría a todo el que haga matances en casa a realizar el análisis de triquina, ya que puede ser una enfermedad grave para el hombre".

En la misma línea se manifiesta Roig, quien lanza la siguiente reflexión: "¿Teniendo en cuenta lo grave que puede ser la triquinosis en las personas, se debe consentir por la desidia de no hacer la analítica poner en riesgo la salud de la familia y su entorno?".

El precio del trabajo de los veterinarios no está predeterminado en general. En el caso de Roig, cobra aproximadamente unos 40 euros. Tarda apenas entre 30 y 45 minutos en conocer el resultado del análisis (usa triquinoscopio para investigar 56 pequeñas muestras de la pieza de carne) y lo comunica enseguida a los matancers, ´molestando-interrumpiendo´ así lo menos posible ya que son días de "molt de trull i maldecaps".