Lletra menuda: Incidencias y atascos del 'glamour'

Plano general del nuevo hotel Formentor.

Plano general del nuevo hotel Formentor. / DM

Llorenç Riera

Llorenç Riera

Nada es gratuito. Todo tiene sus costes, los calculables y los sobrevenidos, incluido el glamour. En consecuencia, dado que el nuevo hotel Formentor se anuncia y promociona como un renacimiento más glamuroso, no nos puede extrañar que el alcance de su segunda vida con mayor encanto fascinante comporte la superación de obstáculos no programados que desbaratan el calendario de reapertura. El entorno, la traba está en la recomposición del exterior, nada banal porque en este caso concreto el impacto de la primera imagen importa de manera particular. Sin deslumbramiento en la entrada, el glamour no puede hospedarse en el hotel Formentor.

La empresa propietaria del establecimiento está molesta con el Ayuntamiento de Pollença. Observa lentitud en la licencia de obras y a ello achaca el retraso en la apertura prevista. En la casa consistorial niegan la demora. Sea como sea, con el historial que acumula el recambio del hotel insignia, la queja puede obedecer a la mala costumbre de los privilegios obtenidos. Ahora, a esperar y a experimentar. Un mes de prueba y entrenamiento que, para ser realmente efectivo, debería extenderse más allá de los jardines del hotel, porque carretera restringida por necesidad, con buses lanzadera que son usados por casi tres mil personas al día, también tiene algo que ver con el incremento de glamour que ya se atribuye el Formentor en su reencarnación.

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