La delegación de Comercio del Ayuntamiento de Manacor está ultimando la redacción de un Plan de Dinamización Comercial que, según el regidor del área Miquel Perelló, podría presentarse "en cuestión de semanas" ante la opinión pública. Entre las distintas medidas de reactivación económica, el proyecto también prevé actuaciones sobre el terreno, como la avanzada este lunes durante el pleno municipal por el alcalde Antoni Pastor: peatonalizar la calle Joan Lliteres (popularmente conocida como carrer de Ciutat), uno de los puntos comerciales con más peso del núcleo.

Perelló ya ha mantenido diversas reuniones periódicas durante el último año con representantes del Institut de Desenvolupament Industrial (IDI) y de los comerciantes de toda la ciudad "para tratar de dar un impulso a todo el tejido comercial".

La peatonalización, que enlazaría el carrer de Ciutat con la plaza de sa Bassa y el resto de calles para viandantes que componen el centro de Manacor, supondría la eliminación de diversos aparcamientos y de las zonas de carga y descarga. Lo que obligaría a los posibles clientes a tener que aparcar sus vehículos en las proximidades de la plaza de Sant Jaume, donde el consistorio quiere reactivar uno de los dos aparcamientos subterráneos de gestión municipal.

Argumentos divergentes

Preguntados por este periódico, los comerciantes de Joan Lliteres, difieren en sus preferencias con argumentos a favor y en contra del adoquinado. "Estamos a favor, no solo de la peatonalización del carrer de Ciutat, sino de un plan general que determine las necesidades también de los vecinos de calles no comerciales y sirva para modernizar la ciudad", concreta Sebastià Amer Garanya. Por lo que respecta a la limitación de las zonas de carga y descarga, Amer es claro: "de siete a diez de la mañana habría tiempo suficiente".

Joan Cànoves Lliro, también se muestra favorable al cese del tráfico rodado, indicando los beneficios de un eje para atraer visitantes "que comenzaría en la estación de trenes, siguiendo la calle Lleó XIII, plaza de Sant Jaume y Joan Lliteres hasta sa Bassa. Además, podríamos poner una terraza exterior, lo que tal vez también atraería a otros bares o restaurantes".

No lo ve tan claro Joana Planissi, de la tienda Fil i Botons: "Estoy en contra porque considero que se trata de una entrada natural en coche desde Palma, con lo que muchos conductores se fijan y, o se paran un momento o vuelven después a pie. Además tengo amigas con tiendas en el centro que no están satisfechas con los resultados de la peatonalización".

Un paralelismo comercial que también utiliza la propietaria del establecimiento de moda Bracco Dona, Manuela Acedo: "No soy partidaria porque ya lo sufrí en Felanitx cuando se peatonalizó el carrer Major, que en poco tiempo mató a todas las tiendas, como de hecho creo que también ha pasado en Manacor, donde exceptuando las terrazas de sa Bassa, el resto ha ido a peor".