La oposición municipal representada en el ayuntamiento de Inca -formada por PSIB-PSOE, Independents y Més- subieron ayer un escalón en sus reivindicaciones contra el proceso de privatización de la gestión del agua emprendido por el equipo de gobierno popular.

Una decena de ediles decidieron encerrarse en la sede consistorial para exigir que la tramitación se paralice, por considerar que supondrá un quebranto para los intereses de los ciudadanos de Inca. Los regidores decidieron quedarse en el Ayuntamiento después de que éste cerrase las puertas a las tres de la tarde, con la intención de pasar todo la noche en las dependencias municipales.

"No es legítimo que sólo con los votos de un grupo municipal se pueda tomar una decisión que comprometerá al Ayuntamiento para los próximos 30 años. Este encierro es un toque de atención ante la actitud inmovilista del equipo de gobierno municipal", sostuvieron los representantes de la oposición en un comunicado conjunto.

Visita del alcalde

Durante el encierro, los ediles recibieron la visita del alcalde de Inca, Rafel Torres (PP), a fin de dialogar sobre la externalización del servicio. A través de un comunicado, el Consistorio inquer invitó a la oposición a que presenten propuestas que permitan reformar el Teatre Principal y una mejora integral de la red, sin tener que recurrir a la privatización del servicio de agua. Asimismo, lamentó la "actitud intransigente de la oposición".

Para hoy, estaba previsto que se celebrara el pleno extraordinario donde se iba a ratificar la concesión de la gestión del agua a la entidad Gestió d´Aigües d´Inca SLU. Sin embargo, se ha aplazado a la próxima semana. Los grupos de la oposición aseguran que no tuvieron acceso en los plazos adecuados al expediente de contratación.