El presidente de la asociación hotelera de Peguera, Miguel Ángel Jiménez, apeló ayer al "sentido común" del Ayuntamiento, para que, "respetando los derechos de los constructores", la futura ordenanza garantice la tranquilidad de los clientes que "vienen a descansar a Calvià".

?"Una obra al lado de un hotel desde las siete de la mañana a las seis de la tarde, con maquinaria y trabajadores, es la ruina", subrayó Jiménez. Una vez finiquitada la moratoria que impedía las obras en temporada alta, el dirigente hotelero de Peguera defendió que, especialmente en los meses de la temporada estival, se tenga un especial control sobre los horarios y el nivel de ruidos.