"En este trabajo ofrecemos una aproximación al levantamiento absolutista de Campos que aporta documentación inédita y que quiere ser, con la modestia de nuestros medios y capacidades, un vistazo a la realidad ideológica y la mentalidad que vivieron nuestros antepasados. También es una oportunidad para hacer un balance, un estado de la cuestión, de lo que se ha publicado al respecto. El hecho de conocer el funcionamiento de los archivos municipal y del Regne de Mallorca ha sido por sí mismo una experiencia muy enriquecedora. En definitiva, a pesar de ser conscientes de nuestra inexperiencia, la voluntad de rigor y sistematización han sido nuestro referente desde el comienzo de la búsqueda. El lector ya juzgará el nivel de éxito conseguido". Es una de las conclusiones del trabajo Aportació a l´estudi del Trienni Liberal (1820-23) a Campos, llevado a cabo por Victòria Bauçà y Miquel Miró, de Campos y estudiantes del instituto Damià Huguet, de 17 y 18 años, respectivamente. Al haber aprobado bachiller, ella quiere cursar historia y él, ingeniería e informática.

Los autores señalan que el trabajo "pretende ser una aproximación al primer tercio del siglo XIX en Campos, principalmente durante el Trienio Liberal en el que el pueblo destaca por ser un caso paradigmático de todo el ambiente convulso que se respiró en el Estado durante este periodo. Las escasas consecuencias que provocó la primera etapa constitucional en el pueblo se contrapone con la impronta que dejó el Trienio Liberal, siendo uno de los periodos que configurarían toda la historia posterior. En Campos nos encontramos con un hecho, durante el Trienio Liberal, de cierta importancia histórica: el levantamiento absolutista de 1822, que acabó en fracaso y la ejecución de sus líderes [el campaner Joaquim Obrador, alias Pere Ignasi, y el panadero santanyiner Guillem Clar, condenados a muerte], pero que, sin duda, significará un hito relevante mitificado por los defensores del antiguo régimen y de las convicciones más conservadoras".

El estudio de Bauçà y Miró fue por iniciativa suya y coordinada por el profesor de filosofía Montserral Alcaraz. Presentaron el trabajo y ganó ex aequo en la categoría de ciencias sociales y humanidades de los consolidados y reconocidos premios convocados por la Universitat de Vic, abiertos además de a Cataluña, a Balears y Andorra. Dos trabajos más se presentaron a este certamen por parte de estudiantes del instituto, coordinados también por Alcaraz.

Bauçà y Miró explican que "si tuviéramos que destacar, en una cronología del siglo XIX, un número limitado de hechos o episodios tendríamos que citar el levantamiento absolutista de Campos en el Trienio Liberal. Este capítulo de nuestra historia no ha sido suficientemente estudiado y merece una monografía mucho más cuidada y profunda de la que hoy en día estamos en disposición de ofrecer con este trabajo. Pensemos que así como el levantamiento carlista de 1835 en Manacor, conocido como sa Llorençada o es Rebombori, ya en su centenario mereció la atención de estudiosos como Gabriel Fuster, no ha corrido la misma suerte el caso campaner". Eso sí, hay que tener en cuenta los trabajos de los excronistas oficiales de Campos y Llucmajor, Miquel Roig y Bartomeu Font, así como la reciente y rigurosa tesis de Valentí Valenciano.

Faltan documentos

Llama la atención la desaparición de documentos históricos referentes a lo que sucedió en Campos, sobre todo aquellos datos personales comprometedores. Sin embargo, perduran típicas gloses de lo que ocurrió y el trabajo de los ya exalumnos del instituto campaner añade cosas muy interesantes y sorprendentes. Su investigación intenta arrojar luz sobre el por qué Campos es uno de los indiscutibles bastiones del conservadurismo en la isla, debido en gran parte al peso de la agricultura, con unas estructuras de poder muy rígidas, gran peso de las clases altas, el caciquismo y la iglesia, que hacen difícil el tránsito de una sociedad rural hacia la modernidad y el progreso. Resulta curioso que en 1931, al nombrarse el primer alcalde republicano por orden del gobernador civil, ya que en Campos ganaron los monárquicos, "sea un miembro de la familia des Molí d´en Vent, que en los documentos consultados ya aparece dicha familia como partidaria del liberalismo".

Se calcula que en el amotinamiento absolutista campaner, tipo barricada militar junto al Molí d´en Bujosa (salida del pueblo hacia Llucmajor), participaron un centenar de personas. Ello provocó que el gobernador civil tuviera que enviar de Palma a Campos un destacamento de soldados para poner orden. Ocuparon el pueblo a fin de restablecer la normalidad.

Joaquim (o Lloatxim) Obrador y Guillem Clar fueron ejecutados en el Camp de les Ànimes, cerca de Païssa (entre Campos y Llucmajor). Los cuerpos permanecieron allí tres días sin ser enterrados. Cuando se reinstauró la monarquía, en 1823, los restos fueron trasladados a la iglesia de Campos y venerados como mártires. Más tarde Fernando VII otorgó el título de Villa Fidelísima a Campos.

Un asunto curioso

El proceso de Campos incluye un caso judicial de lo más particular: el robo de las campanas del convento de los Mínims, escondidas en ses Salines. Los liberales iniciaron una investigación que incluso llegó a Zaragoza y cuyo expediente sumó unas 500 páginas, con testimonios muy expresivos y detalles de malnoms. El rector denunció el robo a la autoridad liberal. Al final se acusó a los absolutistas Toni Mora, Miquel Valls y Montserrat Ballester. Los llevaron a la prisión de Palma.

Bauçà y Miró consultaron decenas de fuentes bibliográficas y admiten su deseo de que su estudio sea publicado en el futuro en formato libro. El listado de agradecimientos a docentes e historiadores es de lo más extenso.

Por su parte, Alcaraz, que investiga la república, guerra civil y dictadura en Campos, reivindica la necesidad de apoyar a los jóvenes investigadores con becas y manifestarse en contra de los recortes en cultura y educación. También considera de vital importancia la continuidad a las jornadas de estudios locales que inició en Campos el exalcalde Joan Juan.