­La feria de Sencelles ha sido este año más larga que nunca. Si bien el día realmente fuerte fue ayer, la feria había comenzado el sábado. Se organizó un mercadillo de segunda mano como preludio.

Un total de treinta vendedores acudieron a la convocatoria que, contó con menos visitantes de los deseados por los expositores debido precisamente a su novedad. Aún así pudieron verse algunas gangas interesantes.

Otra de las novedades fue la velada de degustación de vinos y tapeo que se llevó a cabo la víspera en algunos locales del pueblo y que desbordó las previsiones iniciales.

La jornada ferial, propiamente dicha, comenzó ayer con buenos augurios puesto que el cielo permanecía despejado. Las calles de sor Francinaina, la plaza de España y el resto de las más céntricas bullían de actividad de artesanos que exponían sus productos. Hojalateros, cuchilleros, heladeros y más de un centenar de comerciantes diversos ofrecían su mercancía.

Entre las actuaciones destacó la de los geganters d´Alcúdia y la de los castellers de Mallorca, si bien cabe reseñar una caída cuando cargaban un castell con un buen susto para la anxaneta.