La finca de Galatzó, adquirida en el año 2006 por el ayuntamiento de Calvià por nueve millones de euros, cuenta con un ´amo´ y una ´madona´, Gabriel Salom e Inés Llabrés, respectivamente, entroncando con los roles tradicionales de la explotación agraria mallorquina.

?Pero la creación de estos cargos no estuvo exenta de dificultades. El Ayuntamiento recuerda que eran figuras administrativas "de nueva creación, de la cual no se tenía ningún referente, debido a que no se había conservado en ninguna finca pública de la Comunidad de Balears".

?El modo elegido para formalizar estos puestos de trabajo fue el siguiente: se convocó un concurso para adjudicar el contrato especial de explotación, mantenimiento y dinamización cultural. La empresa que ganó fue GTI Portals.

?Uno de los aspectos que más se valoró fue la relación de la compañía con la familia Llabrés. Una saga que, como se recuerda en el libro editado por el Consistorio calvianer ´Galatzó para todos´, "durante más de 60 años había estado a cargo de la gestión y explotación agropecuaria de la finca. En estos últimos años, Inés Llabrés y Gabriel Salom no sólo se han encargado de la vigilancia del terreno, sino que también se han ocupado de la gestión agrícola y ganadera.

?Asimismo, Llabrés y Salom han participado en los programas organizados de visitas escolares y en las iniciativas enmarcadas en el plan contra la estacionalidad ´Calvià, un invierno europeo´, al igual que en otras actividades promovidas por el departamento del Món Rural del Ayuntamiento. i. m. calvià