El respeto a la Ley de memoria histórica aprobada por el Gobierno central y la sucesión de pasos realizados por el ayuntamiento de Manacor a favor de la normalización democrática sumaron ayer, lunes, un nuevo capítulo. Si en el pleno de hace un mes el grupo PSM Esquerra Verds no logró que se retirara por vía de urgencia la condición de hijo adoptivo del municipio de Manacor del dictador Francisco Franco, en la sesión ordinaria de este mes de mayo se aprobó por unanimidad no tan solo dejar sin efecto el título de honor concedido en diciembre de 1936 al general, sino que también el que en la misma fecha se otorgó al coronel Luis García Ruíz.

Por asentimiento, PSM Esquerra Verds, PSOE, ALM-UM y el pacto de gobierno PP-AIPC acordaron dejar sin efecto ambas condiciones de hijos adoptivos. Del debate cabe apenas señalar que el PSOE expresó su respaldo a la propuesta de la coalición de izquierdas reiterando su postura a favor de la recuperación de la memoria histórica y la progresiva aplicación de la Ley del Gobierno central referida a estas cuestiones. Mientras que ALM-UM también votó a favor pero consideró que debería de haberse tratado en junta de portavoces, avisando que este tipo de temas pueden herir sensibilidades.

Satisfacción

Por su parte, Joan Llodrà, representante de Esquerra que defendió en los dos plenos dicha moción, expresó su satisfacción por la decisión final del Consistorio: "Estoy contento, ahora queda pendiente el cambio de más de veinte placas de calles, como por ejemplo la Plaza Primo de Rivera".

Llodrà, que al tramitar junto al concejal Toni Mesquida (PP) el expediente para proclamar en teoría antes de julio al lingüista y editor Francesc de Borja Moll como hijo adoptivo de Manacor descubrió el título de honor que poseía Franco, afirmó que "una sociedad democrática no puede honrar a un dictador". Respecto al coronel Luis García Ruíz, explicó que la distinción fue "por destacar dirigiendo las operaciones que dieron por resultado la huida de las hordas marxistas del suelo mallorquín". Este militar destinado a la zona de Porto Cristo (donde se vivió el desembarco) dirigió la represión.

En los últimos años, en Manacor, se han eliminado monumentos franquistas, se declaró hijo ilustre al alcalde republicano Garanya y miembros del PP han acudido al tradicional acto republicano en el cementerio de Son Coletes.