El pueblo de Pollença despertó ayer consternado por la noticia de la muerte de Martí March Vives, fallecido el pasado sábado a los 85 años. Alcalde del municipio durante casi veinte años en distintas etapas del siglo XX, March era un personaje muy querido por su dimensión humana y proximidad.

El funeral se celebró ayer por la tarde en la parròquia de la Mare de Déu dels Àngels de Pollença. Muchos paisanos acudieron a la iglesia para dar el pésame a la familia de Martí March Vives.

Padre de Miquel Angel March actual portavoz del GOB, y de Martí March, que fuera director general de Universidad durante la etapa del Pacte de Progrés, Martí March Vives era juez y abogado de profesión y político de vocación. Se inició en política en el año 1952, en pleno franquismo, cuando fue nombrado concejal hasta que en 1955 la Secretaría General del Movimiento le nombró alcalde, puesto que ocupó hasta 1961. Más adelante volvió a ser alcalde entre 1974 y 1979, durante la transición.

March solía decir que no era franquista. "Conseguí desde mi primer año de mandato que el Ayuntamiento funcionara de manera democrática en un Estado antidemocrático", dijo en una entrevista concedida a este diario en 1999. Recuperada la democracia, March se presentó con la UCD a las primeras elecciones democráticas y consiguió la mayoría absoluta, siendo alcalde entre 1979 y 1983. Posteriormente, volvió a ejercer de primer edil por el CDS entre 1987 y 1991. Desde entonces figuraba como un militante de base de Unió Mallorquina.