El presidente del Club Sport Inca, Bartomeu Ordinas, ha advertido por escrito al Ayuntamiento de que ha disminuido "la calidad del servicio que estamos obligados a prestar", y exime su responsabilidad de las anomalías. Con todo, la concesionaria asegura que en este primer año de funcionamiento ha "reparado muchas" por su cuenta, "cuando correspondía su arreglo al contratista de la obra". Ordinas denuncia que "a pesar de las continuas llamadas al constructor y demás industriales que han intervenido en la obra, no se solucionan" las irregularidades, y asegura que se sienten "impotentes ante la negativa del contratista a repararlas".

Las piscinas, con un coste de 3,01 millones de euros, se inauguraron en septiembre de 2004, y en diciembre ya tuvieron que cerrarse 10 días tras detectarse deficiencias. La oposición denunció además el encarecimiento de 690.000 euros en extras del proyecto.