Catedrática de Ingeniería mecánica en la Universidad de Zaragoza

Alicia Valero Delgado: «La transición energética debe adaptarse a las necesidades específicas de la isla»

Lidera un equipo de ecología industrial en el Instituto Energaia y es reconocida como una de las principales expertas en Europa en el ámbito de los minerales críticos

Hoy participa en la charla ‘La transició ecológica que volem fer’, organizada por l’Associacions de Veïns de Palma, donde hablará sobre los límites terrestres y materiales de la transición energética

Alicia Valero Delgado en Diario de Mallorca.

Alicia Valero Delgado en Diario de Mallorca. / DM

Redacción

Alicia Valero Delgado, directora del área de Ecología Industrial en el Instituto Energaia y catedrática de ingeniería mecánica en la Universidad de Zaragoza, ha sido invitada por la Federació d’Associacions de Veïns de Palma para impartir la charla La transició ecológica que volem fer de hoy sábado en el Casal de Barri de Son Cànaves. En su intervención, abordará los límites materiales y territoriales de la transición energética.

Valero en conversación con este diario destaca la relevancia de considerar los límites territoriales, señalando que Mallorca, con su limitada extensión de tierra, enfrenta un crecimiento continuo de megaparques solares. «Es necesario realizar una transición energética acorde con las necesidades de cada territorio. En el caso de la isla, es fundamental fomentar la instalación de energías renovables en edificios, aeropuertos y zonas que no sacrifiquen terrenos de cultivo ni generen un impacto paisajístico negativo», subraya.

Además, Valero advierte sobre la «cara B» del despliegue de renovables. «Aunque las energías alternativas tienen un aspecto muy positivo, ya que reducen las emisiones de CO2, también implican el sacrificio de terrenos que podrían ser esenciales para la agricultura, además que dependen de una serie de materias primas que son muy escasas», enfatiza.

Material finito

Este es uno de los grandes problemas que remarca Valero, el material con el que se construyen las placas solares es finito. «Esto es un problema a nivel global. Las materias primas necesarias para la transición energética son muy escasas y están controladas por pocos países. Si todos los Estados quisieran llevar a cabo la transición energética que estamos planteando en España, no habría suficiente cobalto, litio y otras materias primas extremadamente limitadas», señala Valero.

«Las materias primas necesarias para la transición energética son muy escasas»

Como solución, debemos mejorar de «manera significativa» las tasas de reciclaje para cumplir con los objetivos establecidos por Europa. «Se plantea la posibilidad de alcanzar una cobertura del 57% a través del reciclaje». Sin embargo, si seguimos como hasta ahora y no cumplimos con nuestras responsabilidades en materia de reciclaje, «es probable que nuestras tasas de cobertura no superen el 40%». Según Valero, actualmente el proceso de reciclaje está «muy poco desarrollado», especialmente en lo que concierne a las nuevas tecnologías. Además, la composición compleja de estos dispositivos modernos «complica aún más la tarea del reciclaje».

«Unimos todo con todo; es como si mezclas azúcar y sal, es fácil, pero separarlos de nuevo es complicado. Eso es lo que tenemos en un teléfono móvil, una gran cantidad de ingredientes mezclados. Para separarlos, es decir, reciclarlos, necesitas productos químicos y energía, lo cual también tiene costos económicos y ambientales. La obsolescencia programada contribuye a este despilfarro de tecnología, lo que nos lleva a agotar poco a poco el planeta», explica Valero. Antes de llegar al límite planetario enfatiza que el problema radica en la «base del modelo económico actual».

Sociedad consumista

«Somos una sociedad del derroche; consumimos cada vez más y la población sigue creciendo. Aunque es crucial aumentar las tasas de reciclaje, también debemos enfocarnos en alargar la vida útil de los productos y cambiar el modelo económico existente. El ritmo al que consumimos y desechamos productos es simplemente insostenible, estallará por alguna parte», insiste Valero.

Actualmente, se está desarrollando tecnología que se considera «más eficiente», aunque esto a menudo conlleva una «mayor ineficiencia» en el uso de materiales. Por ejemplo, al comparar los vehículos antiguos con los modernos, «vemos una mejora significativa en la eficiencia energética». Sin embargo, es importante tener en cuenta que los vehículos eléctricos requieren una amplia variedad de materiales, lo que «plantea interrogantes» sobre la «sostenibilidad a largo plazo» de esta transición hacia la movilidad eléctrica.

«Un vehículo eléctrico prácticamente tiene toda la tabla periódica en sus piezas. Entonces, cuando te falte algún elemento, ya no puedes construir ese vehículo, hay que cambiar el modo de consumir, algo muy difícil», incide.

«La tecnología es más eficiente, pero hay una mayor ineficiencia en el uso de materiales»

Otro desafío significativo de la rápida transición energética es la influencia de los fondos de inversión en los parques fotovoltaicos. En áreas como Son Espanyol, el Secar de la Real y el Puntiró han criticado la falta de democratización de la energía, ya que se observa un aumento del poder de grandes empresas y fondos de inversión. Alicia Valero respalda esta preocupación, aludiendo al fenómeno de la «fotovoltaica como ladrillo verde», que genera tensiones y cuyas empresas asociadas suelen ser de origen extranjero, sin aportar beneficios locales.

Comunidades energéticas

Valero propone que una solución a este problema radica en la asociación a través de comunidades energéticas. «Estas asociaciones son muy positivas. No todo el mundo tiene una casa para instalar placas solares, pero hay organizaciones que permiten a varios colectivos disponer de una superficie en tejados para placas solares permitiendo que los beneficios recaigan directamente en los vecinos», explica. En este sentido, enfatiza en la importancia de fomentar este tipo de iniciativas colaborativas.

Termina destacando que la transición energética «es esencial», pero debe adaptarse a las necesidades específicas de cada territorio.