Multas cinco veces más altas por grafitis, alcohol en la calle, trile o pedir con menores en Palma

La nueva ordenanza cívica sale a exposición pública con un régimen de infracciones que eleva considerablemente las sanciones

Cort inmovilizará los patinetes que no tengan un seguro de responsabilidad civil igual o superior a 120.000 euros

Hasta 3.000 euros por pintar en fachadas, señales y mobiliario urbano.

Hasta 3.000 euros por pintar en fachadas, señales y mobiliario urbano. / Bernardo Arzayus

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

La ordenanza cívica que promete mano dura con las pintadas vandálicas y más control sobre los patinetes está en exposición pública, último trámite antes de su aprobación definitiva. La normativa se basa en buena medida en su predecesora de 2014, que será derogada. Pero introduce cambios significativos para tratar de dar una respuesta a problemas que se han agravado durante esta última década, incluyendo grafitis, patinetes, ruidos y comportamientos que alteran el descanso vecinal.

En el caso de los patinetes, el área de Civismo y Seguridad Ciudadana tiene previsto aprobar una normativa específica en el futuro que incluirá a las bicicletas.

La primera gran novedad es que el régimen sancionador se eleva considerablemente. Las infracciones muy graves se castigarán con multas de entre 1.500 y 3.000 euros; las graves se sancionarán con entre 750 y 1.500 euros; y las leves se cuantifican en una horquilla entre 300 y 450 euros. En la normativa de 2014, en cambio, las infracciones muy graves se castigaban con un máximo de 600 euros, las graves con entre 200 y 400 euros, y las leves oscilaban entre los 50 y los 200 euros.

Las pintadas vandálicas se castigarán más duramente y prácticamente en todos los casos se consideran infracciones muy graves —en la anterior ordenanza la mayoría se tipificaban como leves—. Y en el caso de edificios catalogados, su autor se enfrentará a consecuencias judiciales.

El texto en exposición pública prohíbe realizar «cualquier clase de grafiti, pintada, mancha, garabato, escrito, inscripción o grafismo» sobre «cualquier elemento del espacio público y en el interior o exterior de equipamientos, infraestructuras o elementos de un servicio público e instalaciones en general, incluidos transporte público, equipamientos, mobiliario urbano, árboles, jardines y vías públicas en general».

Asimismo, se castigarán con la máxima sanción las pintadas en edificios privados. Cuando la pintada vandálica se realice sobre un inmueble catalogado, «los agentes de la autoridad lo deben poner en conocimiento de la autoridad judicial competente».

La nueva ordenanza aborda muchas problemáticas que ya figuraban en la de 2014, pero establece sanciones más altas. Por ejemplo, para trileros o quien practique la mendicidad con menores o personas discapacitadas. Estos dos casos se consideran infracciones muy graves en la actual normativa y en la anterior, pero las multas ahora se quintuplican.

Patinetes: el casco es recomendable, no obligatorio

También son objeto de regulación los patinetes a causa de su proliferación durante la última década. Establece por dónde pueden circular, recuerda la obligación de llevar chaleco, recomienda casco y, lo más novedoso, exige a los usuarios disponer de «un seguro de responsabilidad civil con una cobertura igual o superior a 120.000 euros para accidentes o daños que se puedan producir conduciendo».

No cumplir con el requisito del seguro se tipifica como infracción grave e implicará la inmovilización del patinete.

Por otro lado, la actual ordenanza es más completa que su predecesora en materia de convivencia, ruidos y descanso vecinal, problemáticas que se han incrementado en la última década. De este modo, el documento habla del «derecho de las personas a no ser molestadas o perturbadas por concentraciones en la vía pública», califica de «concentración mayor» agrupaciones de diez o más personas y en estos casos tipifica como graves las infracciones.

De este modo, están prohibidas las concentraciones cuando vayan asociadas a «la práctica del botellón», supongan «un deterioro de la tranquilidad», provoquen «situaciones de insalubridad» o un deterioro del espacio público.

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