Sant Antoni 2024 | Palma celebra sus primeras 'beneïdes' sin animales exóticos por la Ley de Bienestar Animal

Perros de todas las razas, tamaños y colores, algún que otro gato y varias aves del Club de Cetrería de Baleares han protagonizado unas sentidas 'beneïdes' de Sant Antoni menos concurridas en comparación a otros años y por primera vez limitadas por la nueva Ley de Bienestar Animal, que no ha permitido ver ningún animal exótico en el desfile.

Los perros han sido siempre las mascotas más comunes en las 'beneïdes' en Palma, pero en años anteriores se podían ver conejos, hamsters, tortugas, periquitos, canarios e incluso algún cordero en los brazos de su dueño, con permiso de la part forana, donde las calles se convierten en un auténtico zoo con caballos, cerdos o rebaños de ovejas.

Esta vez en Palma ha habido poca variedad, pero mucho fervor y sentimiento por parte de los asistentes. El paseo de centenares de perros, después de olisquear las aceras y las farolas, se ha hecho más largo hoy para pasar por delante del rector de Santa Creu, Nadal Bernat, que con su hisopo iba bendiciendo a todos los animales. También había algunos gatos, sobre todo refugiados en sus transportines, poco contentos con el agua bendita que les lanzaba el cura.

No han faltado los caballos de la Policía Montada, encabezando la procesión con la majestuosidad que les caracteriza. Detrás de ellos iban los Tamborers de la Sala, la Banda Municipal y las Xeremies de Son Roca, poniendo la nota musical a la fiesta.

Palma celebra sus primeras 'beneïdes' sin animales exóticos por la Ley de Bienestar Animal

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Las águilas, lechuzas y halcones del Club de Cetrería de Baleares han causado furor: "Venimos todos los años, para nosotros es una tradición", ha explicado Marina Alzamora, miembro de la asociación, con su halcón peregrino Vent subido en el brazo. "Luego nos vamos a las 'beneïdes' de Muro", ha comentado.

Los perros de la perrera municipal también han aprovechado la ocasión para lucirse. De la mano de los voluntarios y la asociación Peluditos de Son Reus, muchos de ellos han desfilado por la calle Sant Miquel, hasta la puerta de la capilla de Sant Antoniet, donde el rector, flanqueado por las autoridades municipales, los purificaba a todos.

"Los exhibimos para que encuentren una familia, y ya de paso, los bendicen", explicaba Sonia Soto, una voluntaria de Son Reus, mientras paseaba a Rambo, un amigable 'ca de bou'. "A Rambo lo conozco bastante porque lo saco a pasear muchas veces en la perrera. Lleva cerca de un año en Son Reus y es muy bueno. Ojalá alguien lo adopte", comentaba mientras lo acariciaba.

Las perritas salchicha con nombre de bebida y vestidas de pagesas ya son un clásico de las 'beneïdas' de Palma. De entre todos los perros del desfile, Martini, de 16 años de edad, y Tequila, de 4, son de los que más llaman la atención por su divertido disfraz y se convierten en diana de las cámaras. "Las traemos todos los años para que las bendigan", cuenta Ana Mari Goitia, la dueña de las dos perritas.

La tradición es lo que más mueve a los asistentes. Teresa Martorell ha bendecido a Nora, una perra de 14 años: "Así nos curamos en salud", ríe. "Los últimos años, sobre todo por la covid, había perdido la costumbre de venir a las 'beneïdes'. Estoy contenta de haberla recuperado", señala.

El alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha flanqueado en todo momento al rector y al sacerdote en el escenario junto a la capilla. "Es un día muy especial, una tradición arraigada y desde el Ayuntamiento no podemos hacer más que consolidarla", ha dicho el primer edil en declaraciones a los medios. Sobre la ley que impide tener animales exóticos, el alcalde ha instado a cumplir la normativa y ha destacado que esta será la "nueva normalidad" a partir de ahora.

El rector, por su parte, se ha mostrado muy satisfecho al ver que el público fiel acude a la cita. "El día de Sant Antoni es una gran fiesta y conservamos la tradición, esperemos que por muchos años", ha comentado a los medios poco antes de empezar a bendecir a las mascotas: "El patrón de Palma es Sant Sebastià, pero no podemos dejar de celebrar Sant Antoni porque la iglesia, el hospital de infeciosos y los frailes antonianos es el origen de la fiesta que después se extendió por toda Mallorca".