Semana Santa 2023 en Palma: El Lunes Santo rescata el Buen Perdón

Centenares de cofrades desfilaron ayer en cuatro procesiones por Palma | Desde la parroquia del Sagrado Corazón salió una de las más esperadas, que se recupera después de años sin salir | La Esperanza, la Agonía y el Sant Crist dels Boters también tuvieron mucho público

Redacción

Magdalena Oliver sujeta una vela, emocionada, mientras contempla el paso del Buen Perdón. «Representa el acompañamiento de Dios. Esta luz le llega a él», comenta. Junto a ella, otras tres mujeres escoltan en silencio la imponente imagen, cada una con un cirio en las manos. Un centenar de cofrades recuperaron ayer, Lunes Santo, esta procesión después de años sin desfilar.

Salió a las 20:30 horas de la parroquia del Sagrado Corazón con un paso mixto como único protagonista, una imagen de cerca de 900 kilos cargada a pulso por 28 costaleros y costaleras. Francisco Javier Pérez, uno de los capataces, dirigía sus movimientos y animaba a los cofrades que caminaban en el interior: «¡Hasta el cielo!», clamaba justo antes de golpear la pieza metálica del frontal. Entonces los cofrades juntaban los pies, y con una sincronización casi magistral, arrancaban a caminar. Después, la imagen se mecía al son de los tambores mientras un público entregado la admiraba y aplaudía.

Otras tres procesiones en el Casco Antiguo

Esta escena se repitió ayer en las cuatro procesiones que protagonizaron la noche del Lunes Santo en Palma. Las otras tres marcharon por el Casco Antiguo, empezando por Nuestra Señora de la Esperanza y la Paz, que salió de la basílica de Sant Francesc a las 20:15 horas y la del Santo Cristo de la Agonía desde el convento de Santa Clara a las 20:30 horas.

Desde la iglesia de Sant Joan de Malta partió una de las más representativas, la del Sant Crist dels Boters, una solemne procesión encabezada por los nazarenos de Nuestra Señora de la Soledad. Desfilaron una decena de cofradías, entre ellas la de la Cruzada del Amor Divino, cuyos cofrades exhibieron su impresionante Sant Crist, una talla de madera cargada por cuatro costaleros y costaleras a pulso.

El espíritu de recogimiento, el respeto y el sacrificio fue casi palpable en esta majestuosa procesión, que caminó por las calles de sa Llotja en un silencio sepulcral solo roto por los tambores de la Santa Faz. Teniendo en cuenta que las procesiones ayer eran reducidas y estaban pensadas para conmemorar a las iglesias de los barrios de Palma, la del Sant Crist dels Boters fue una de las más largas: estuvieron invitadas también la Santa Creu, los Penitentes de Santiago, la de Nostra Senyora de l’Assumpció de Son Espanyolet o los Cartujos, entre otras.