El 'Correfoc' regresa para encender Palma y cerrar las fiestas de Sant Sebastià

Más de 33.000 personas se congregaron a lo largo de Jaume III, Plaça de les Tortugues y Passeig del Born para disfrutar del espectáculo de los siete grupos de demonios y las tres bestias de fuego, después de dos años sin celebrarse por la Pandemia

El popular Correfoc volvió con todo su esplendor a las calles de Palma para poner el colofón a las fiestas de Sant Sebastià de este año. El centro de la ciudad ardió con los siete grupos de dominios y las tres bestias de fuego que quemaron más de 180 kilos de pólvora. Se superaron las 33.000 personas que, pese al frío, no quisieron perderse el carrusel pirotécnico de Sant Sebastià después de dos años sin celebrarse por la pandemia de la Covid-19. Niños y mayores disfrutaron del espectáculo de fuego, cohetes y color que durante más de dos horas encendieron las dos importantes arterias de la ciudad.

Dimonis de Son Sardina, Trabucats, Es Cau des Boc Negre, Malaïts Encabritats, Kinfumfa, Realment Cremats y Incubus fueron los grupos de demonios encargados de poner el colorido con sus bailes acompañados de ráfagas de fuego y el ruido de los cohetes. Salieron desde el Passeig Mallorca, en concreto desde el Pont de sa Riera, y recorrieron toda la calle Jaume III. En esta vía, a cada lado, se colocó la gente para vivir la tradición del Correfoc de Sant Sabastià. En la plaza Juan Carlos I, popularmente conocida como Plaça de les Tortugues, les esperaban las bestias de fuego del Drac i Guardians de Sant Jordi, s'Òliba de la Real y Es Drac de na Coca.

El Correfoc regresa para encender Palma

El Correfoc regresa para encender Palma / Guillem Bosch

Cuando los siete grupos de demonios se encontraron con las bestias de fuego, en las inmediaciones de la plaza, se produjo la eclosión total del Correfoc y el carrusel se convirtió en una avalancha de fuego y ruido que parecía que el centro de Palma, literalmente, estaba ardiendo. 

El encuentro de las tres figuras puso el broche a un evento en el que se quemaron casi 200 kilos de pirotecnia con las carretillas, fuentes, cortinas de espiras, tiras de crackers y demás artilugios típicos del Correfoc y que dieron un colorido especial a la noche.

Zona Caliente para el público

A lo largo del recorrido de los demonios se habilitaron tres zonas diferenciadas para que el público pudiera disfrutar del espectáculo e incluso participar de él. En la denominada «zona caliente» se permitió a las personas del público que lo solicitaron, siempre cumpliendo las normas de seguridad dictadas por la organización del Correfoc y bajo su responsabilidad, que bailaran y acompañaran a los grupos de demonios o a las bestias de fuego durante sus incursiones.

El Correfoc regresa para encender Palma

El Correfoc regresa para encender Palma / Guillem Bosch

De igual modo, se instalaron tres zonas con varios escenarios y acotadas al público, en las que solo podían acceder los demonios y las batucadas, que se encargaron de amenizar el espectáculo con su música durante las más de dos horas que duró el Correfoc. Debajo de los arcos de la avenida de Jaume III era el espacio destinado al público en general para ver el espectáculo simplemente como espectador y sin participar en las danzas de fuego de los demonios y las bestias.

Varias dotaciones de los Bombers de Palma estuvieron siempre en alerta para evitar que las bengalas con la pirotecnia pudiera provocar daños a personas o a escaparates y edificios. Se prohibió de antemano la utilización de material pirotécnico casero.

El Correfoc regresa para encender Palma

El Correfoc regresa para encender Palma / Guillem Bosch