El carril bici de Palma suma kilómetros y problemas

La red crece arrebatando espacio a aceras y peatones, con un trazado estrecho y a menudo confuso: «Está pensada para no molestar a los coches»

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

A medida que suma kilómetros, la red de carriles bici de Palma acumula puntos de fricción con vehículos y peatones, baches, giros inesperados y una señalización a menudo confusa. Un crecimiento que en buena medida se ha logrado ganando terreno a las aceras y no a las calzadas, con tramos que no resisten el ancho de un manillar y que complican la coexistencia con los patinetes eléctricos, unos recién llegados que cada vez acaparan más espacio.

«Pintan líneas y se creen que ya tienen un carril bici», ironiza Jaume Pla, inspector de Policía Local jubilado y activista por una movilidad sostenible. El encuentro es en la calle Blanquerna, donde discurre uno de los carriles bici más impopulares de toda la red para usuarios e incondicionales de la movilidad sostenible. Ciclistas y patinetes atraviesan este eje cívico sorteando terrazas, maceteros, asumiendo giros de 90 grados y jugándose el tipo en cruces compartidos con vehículos mal señalizados. Y expulsando a los peatones a los márgenes de una calle teóricamente pensada para ellos.

«No tiene ningún sentido, no sé a quién se le ocurrió hacer aquí un carril bici. Hay que eliminarlo y trasladarlo a la calle 31 de Diciembre, que puede prescindir de uno de los muchos carriles que tiene para los coches», señala Pla. Es un carril bici integrado, «un peligro» en el delicado ecosistema de la urbe. «En varias de sus intersecciones no hay una señalización apropiada y se generan tramos de carril bici fantasma», lamenta.

Este inspector retirado lamenta que el ancho de buena parte del trazado es insuficiente, y advierte del riesgo que supone rodar por carriles bici en los que apenas hay unos centímetros de separación con vehículos estacionados en un margen. Asimismo, critica que el ayuntamiento de Palma engorde el trazado sin contar con la opinión de los usuarios ni de la Policía Local. Si lo hiciera, señala Pla, no existiría el carril bici de plaza España. Esta vía, que atraviesa un lugar de gran afluencia de peatones, es terreno abonado para encuentros no deseados entre ciclistas, patinetes y paseantes.

«Hemos pedido que lo desplacen a las Avenidas. Hay ocho carriles y espacio de sobra, que destinen uno para bicicletas», manifiesta Sonia Jichi, de la asociación Vianants Mallorca. Los usuarios reclaman que las bicicletas puedan volver a rodar por esta vía, como hicieron hasta que el Ayuntamiento de Mateu Isern suprimió el carril en 2011. Defienden que por su configuración en forma de corona facilitaría la conectividad con todos los barrios de Palma y permitiría eliminar otros carriles que ahora colisionan con los peatones.

«Nuestra convivencia con la bicicleta pasa por desplazar los carriles bici a la calzada de forma segura o segregada. Si quieres que un padre y un niño vayan al colegio en bicicleta, el niño tiene que ir seguro; un carril bici ancho no es un capricho, es una necesidad. Ahora tenemos trazados discontinuos que muchas veces obligan al ciclista a ir por la acera, aunque a veces también lo hacen por incivismo. Queremos más control y para eso el policía local tiene que pisar el suelo, no patrullar en moto como está haciendo ahora», destaca Jichi.

Reclaman eliminar todos los carriles bici integrados de la red. Es decir, los que discurren por las aceras arrebatando espacio al peatón como los de Blanquerna, plaza España o paseo Mallorca. «El 80% del espacio urbano ya está ocupado por vehículos, tanto los que circulan como los que están aparcados. Los carriles bici tienen que empezar a conquistar la calzada y salir de las aceras», reivindica Jichi.

La red de carriles bici de Palma «se ha pensado para que moleste lo mínimo a los coches, no como un espacio democrático de la calle», critica Antoni Cànoves, presidente de la asociación Biciutat. «La ha proyectado gente que no va en bicicleta. No creo que haya más de cien o doscientos metros de carril bici sin que haya un problema: baches, árboles que obstaculizan el paso o semáforos que se ponen en verde para peatones y ciclistas a la vez, o repentinos y peligrosos giros de 90 grados», añade este activista.

Cànoves pide que la red se plantee «de manera tan seria» como las vías por las que circulan los vehículos a motor, empezando por aumentar su ancho. «Si el trazado es problemático, lo es más con el aumento de patinetes. Pero si los hicieran más amplios se reduciría mucho la problemática», señala.

El reto de ir en bici al colegio

Daniel Salas hace campaña, todavía sin éxito, para poder llegar al colegio de su hijo en bicicleta con seguridad. «Miras estudios de lo que hacen en otras ciudades y no tiene sentido cómo está la red de carriles bici de Palma. Es más importante mejorar lo que tenemos que seguir haciendo carriles porque sí. Hay que quitar espacio al coche. Somos un vehículo, y además somos el más eficiente de la ciudad», explica.

«La calle debería ser para vivir y socializar, pero el coche lo hace imposible porque supone un peligro de atropello para los niños. Al final salimos todos perjudicados. Profesores y padres deberíamos tomar conciencia y reclamar carriles bici para llegar a los colegios. Yo empecé mi reivindicación cuando mi hijo tenía 7 años. Ahora tiene 9 y sigo preguntándome cuándo será seguro que vaya solo», argumenta Salas.

«Que nos lo pongan fácil», reclama este usuario, «porque quien deja el coche para coger la bicicleta no se arrepiente. Nos han metido en la cabeza que tenemos que coger el coche para todo, pero eso no es así», concluye Salas.

Cort Descarta un carril en Avenidas y se abre a modificar el de plaza España

Palma ha aumentado su red ciclista de los de 63 kilómetros en 2014 a los 104 que se contabilizaban en 2021. Los usuarios reclaman mejorar el actual trazado antes de seguir creciendo y reclaman restituir el carril de Avenidas que fue suprimido en 2011 y eliminar el de plaza España, que ya no sería necesario. El departamento de Movilidad descarta lo primero porque el proyectado tranvía le dejará sin espacio. En cambio, se abre a modificar el trazado del carril de plaza España <strong>aprovechando la reforma</strong> prevista para después de Navidades.

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