Las fuentes de agua de diseño tradicional situadas delante de la iglesia de la barriadas de Santa Catalina y la colocada en Son Fortesa han regresado a sus emplazamientos originales. La Empresa Municipal d'Aigües i Clavegueram (Emaya) las había sustituido por surtidores de suministro de agua potable de diseño moderno, calificado como "artefacto ajeno a la estética del entorno" por la entidad conservacionista Arca, que había reclamado su reposición.

En Son Fortesa el modelo antiguo se ha colocado a unos metros del nuevo surtidor, por lo que se han mantenido las dos fuentes en este emplazamiento. Arca ha valorado postivamente la voluntad del presidente de la empresa municipal, Ramon Perpinyà, de rectificar, aunque solicitan que esta sea completa y no parcial.

Al respecto, recuerdan que la empresa municipal no ha hecho público el listado de las fuentes sustituidas con el fin de poder recuperarlas. Recuerdan que "incomprensiblemente", aprovechando las conducciones de agua existentes se habían eliminado muchas de las "manchetes" existentes en numerosos barrios de la ciudad "que formaban parte de nuestra historia reciente".

Insisten en que la sustitución de las fuentes tradicionales de hierro y base similar a la piedra por una moderna "de estructura de plástico y aluminio que resistirá mal el paso del tiempo, no es aceptable, por mucha osmosis que tenga", afirma esta entidad en referencia al sistema del filtrado del líquido.

Desde Arca consideran que el valor patrimonial de estas fuentes, no es tanto histórico o artístico, sino "algo más íntimo e inmaterial vinculado a los recuerdos del juego", ya que, en las "manxetes", que es como se les conocían "niños y niñas, además de beber, llenaban los globos de agua, se mojaban la cabeza después de sudar jugando o realizando inocentes batallas de agua".

Por ello insisten en que las demás fuentes de hierro, retiradas en los últimos años vuelvan a su emplazamiento original.