La Empresa Municipal d'Aigües i Clavegueram (Emaya) va a reponer las fuentes de agua de hierro que han sido eliminadas y sustituidas por suministradores de agua filtrada. Esta operación, de momento, al menos se va a producir en aquellos casos en los que tanto Arca como los vecinos de la zona así lo han reclamado.

El presidente de esta empresa municipal, Ramón Perpinyà, ha manifestado, no obstante, que las fuentes retiradas carecen de valor patrimonial, puesto que se trata de elementos de hierro fundido adquiridos por catálogo en la década de los años 90 por el Ayuntamiento de Palma con el fin de suministrar agua potable de calidad a la población en unos momentos en que la calidad que se suministraba era pésima, coincidiendo con la operación barco.

Perpinyà ha recordado que estas fuentes se instalaron en distintos puntos y barriadas de Palma y servían para que los vecinos hicieran acopio con garrafas se agua potable que, en aquel momento era suministrada por camiones cisterna a unos depósitos subterráneos. Posteriormente, cuando la calidad del agua mejoró, se dejó de prestar este servicio, pero las fuentes permanecieron y fueron conectadas a la red de agua potable. Se trata de unos elementos "muy poco eficientes y que prácticamente no eran utilizados en la actualidad", al contrario de las fuentes de agua filtrada, que además de suministrar líquido de calidad par el consumo humano en el algunos casos también disponen de bebederos para perros.

No obstante, en atención al hecho de que la presencia de las fuentes de hierro en algunos casos se ha interiorizado entre la población, Perpinyà ha asegurado que, al menos en los casos en los que ha habido quejas, como en el de la fuente del parque de Son Fortesa y en el de la plaza de Sant Magí se va a proceder a la restitucción del surtidor antiguo, aunque en sus inmediaciones se mantendrá el nuevo de agua filtrada, cuyo objetivo es el de suministrar agua potable de calidad que permita la disminución de envases de plástico.