El agua residual ha comenzado a circular hoy por el interior del nuevo colector interceptor. El teniente de alcalde de Medio Ambiente y Presidente de Emaya, Ramon Perpinyà, ha manifestado que espera que tanto la nueva canalización que desvía buena parte del agua residual que hasta ahora se recogían en la estación de impulsión situada a la altura de la Costa del Gas, esté plenamente operativa a mediados de este mismo mes, lo que permitirá, con la puesta en funcionamiento del denominado tanque de tormentas construido junto a la depuradora del Coll d'en Rabassa, evitar "entre el 80% y el 90%" de los vertidos a la bahía de Palma de aguas residuales mezcladas con pluviales.

Estas obras han sido ejecutadas por Emaya con fondos del canon de saneamiento del Govern y han tenido un coste de 24 millones. Desde el pasado día 20 el nuevo colector interceptor estaba en período de pruebas utilizando agua regenerada.

Tiene una longitud de algo más de 3 kilómetros. Arranca de la intersección entre Avenidas con la calle General Ricardo Ortega y finaliza junto a la actual depuradora del Coll d'en Rabassa, en la que se ha construido el denominado tanque de laminación o de tormentas con capacidad de almacenar hasta 45.000 metros cúbicos de agua, lo que permitirá no tener que verter agua no tratada a la bahía cuando llueve por falta de capacidad de tratamiento de la actual planta.