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Cort dice que el proyecto de sa Garrigueta es una «explotación inversa» de la cantera

El Ayuntamiento votará en contra de la aprobación del impacto ambiental de la última propuesta de rehabilitación quje cuenta con el informe favorable de los técnicos de la Comisión Balear de Medio Amibente que depende del Govern

Una de las manifestaciones convocadas por la plataforma No Toqueu se Garrigueta Rassa. Manu Mielniezuk

El Ayuntamiento de Palma advierte de que el proyecto de restauración de las canteras de sa Garrigueta Rassa y Can Rosselló, ambas situadas en la barriada de Establiments, que este jueves estudiará la comisión política de la Comisión Balear de Medio Ambiente después de que el jueves de la semana pasada la subcomisión técnica informara favorablemente es, en realidad, “un proyecto de explotación inversa” de ambas canteras.

El teniente de alcalde de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Palma y presidente de Emaya, Ramon Perpinyà, que es el representante municipal en este organismo dependiente del Govern balear, explica que el proyecto presentado por los propietarios de ambas antiguas explotaciones mineras no resuelve uno de los principales problemas que tiene la propuesta de restauración presentada consistente es el paso de camiones por la carretera de Puigpunyent.

Es en este sentido, Perpinyà afirma que se trata de una explotación inversa, pese a que ya no serán posibles las voladuras para obtener más materiales de la cantera ni se podrá proceder a su venta, porque el paso de camiones para el relleno previsto será prácticamente el mismo que cuando ambas explotaciones se encontraban en plena actividad extractora. La posición contraria del equipo de gobierno a este nuevo proyecto de restauración, que ha sido modificado en relación a su planetamiento inicial bajando de 30 a 20 los años necesarios para el acopio de materiales se basa, según Perpinyà, en varios motivos.

En primer lugar, considera que «es una obligación de la subcomisión técnica, atender también al entorno social de la cantera». Al respecto, recordó que las actuaciones previstas tienen en contra todas las asociaciones vecinales de la zona. Por tanto, el Ayuntamiento, recogiendo el sentir de los vecinos y de las entidades ciudadanas y ecologistas ya se pronunció por unanimidad en contra en el pleno del pasado mes de diciembre.

En segundo lugar, la oposición municipal se centra en el hecho de que si se analiza el proyecto, su problema real «es su magnitud y su ubicación». Afirma que no se trata de que el proyecto esté mal hecho técnicamente, sino que el análisis realizado por la subcomisión técnica no ha tenido en cuenta ni su ubicación, en medio de barriadas densamente pobladas, ni su magnitud, ya que incluso con la última rebaja se calcula que se necesitarían 20 años para su restauración.

Perpinyà recordó que Sa Garrigueta es la segunda cantera más grande de Mallorca que, además, está ubicada cerca de núcleos de población, lo que requiere «un análisis muy especial para su restauración».

Según el teniente de alcalde en este caso «no se puede plantear un proyecto standard, que es lo que se ha propuesto. Si bien se plantea que la restauración tengan una duración de 20 años, no se asegura que en toda Mallorca haya material inerte de relleno suficiente para ejecutar las distintas fases en este tiempo. Además, este material existente se debe repartir entre las 80 canteras existentes en Mallorca.

Otro elemento que se debe tener en cuenta, según el teniente de alcalde, es la limitación de paso de camiones por la escasa anchura de un tramo de la carretera de Puigpunyent, con tan solo 5,75 metros de anchura, en la que cabe un solo camión y se prevé el paso de uno cada tres minutos, por lo que la carretera se quedará completamente bloqueada.

Por último, Perpinyà entiende que el hecho de que no exista un estudio de Movilidad para este tramo es un motivo suficiente para no aprobar este proyecto.

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