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El empresario asturiano Víctor Madera, ya propietario de Ca n'Oleza, compra dos casales más en Palma

Amplía sus propiedades de la calle Morei con la adquisición de Can Ayamans y Can Riera en Pont i Vic. Adquiere también la casa del ya desaparecido arquitecto Sebastià Gamundí

Can Ayamans.

El empresario asturiano Víctor Madera sigue aumentado su cartera de propiedades con valor histórico en Baleares. Algunas de sus últimas compras han tenido lugar en el casco antiguo de Palma, donde a día de hoy se están llegando a pagar 20.000 euros por metro cuadrado. Tal y como ha podido saber este diario, el también médico ha adquirido el casal contiguo al palacio de Can Oleza -ya suyo-, Can Ayamans, y otro más pequeño conocido como Can Riera que colinda por detrás con el palacio de la calle Morei. Con estas nuevas adquisiciones, Madera poseerá gran parte de la manzana comprendida entre las calles Morei, Puresa y Pont i Vic, una de las zonas de Palma más cotizadas por su proximidad a la Catedral y la muralla.

Los operarios estaban ayer trabajando a todo gas en Can Oleza, adquirida por el médico asturiano en 2018 por diez millones de euros. En la fachada ya se han colocado los andamios y también podía verse mucho movimiento en el interior del patio. La rehabilitación de este inmueble es lenta por el elevado valor patrimonial de sus elementos y por las sorpresas que se han ido encontrando durante la rehabilitación de este edificio declarado BIC. Cabe recordar, y esto es importante, que en el proyecto se reforma se recoge la necesidad de dejar la planta noble con la división original (no es posible compartimentar nada) y por supuesto con todo el mobiliario, elementos decorativos y obras de arte originales. Asimismo, en la propuesta d rehabilitación se recogía también la adecuación de una única vivienda en la zona de los porches. 

En el edificio colindante, el número 11 de la calle Morei -es decir, Can Ayamans-, la nueva joya comprada por Madera, también empieza a haber movimiento de operarios que comienzan una restauración. Este caso no es como el de Can Oleza, puesto que el edificio ya está compartimentado en viviendas distintas, lo que podría permitir en un futuro tener un uso turístico, además del residencial, si la Administración lo aceptara y se cumpliera con la normativa del nuevo PGOU, que establece que sólo se podrán abrir nuevos hoteles en el centro histórico si tienen como máximo 20 habitaciones con categoría de cinco estrellas y se ubican en edificios catalogados. 

En estos momentos, en la fachada de Can Ayamans es posible ver los logos de las tres empresas que están participando en la rehabilitación de Can Oleza: GRAS (Guillermo Reynés), EDM (Laura Pevida) y LVD (el aparejador Luis Viñals). Los rótulos de estos profesionales lucen debajo del imponente escudo barroco de Can Fuster o los señores de S’Estornell, que fueron propietarios del inmueble. La historia de esta casa se remonta a los siglos XIV y XV. Es conocida la historia de que el magnate de la prensa estadounidense Randolph Hearst adquirió a través de uno de sus agentes, Arthur Byne, la escalera, los techos y dos galerías gótico-renacentistas de este casal. La citada compra en Palma la realizó el anticuario José Costa Ferrer, en cuyo poder se encontraban las piezas tras el desmontaje del patio. Hoy se desconoce cuál es el paradero de todos estos elementos patrimoniales.

La otra vivienda histórica que ha comprado Madera es Can Riera, que está en el número 2 de la calle Pont i Vic de Palma. Ya en el siglo XIX esta casa fue adquirida por la familia Oleza, cuyo casal -ahora en manos del magnate- linda por el fondo con ésta. A principios del XX pasó por herencia a Luisa de Oleza, casada con Josep de España y Truyols. Sus descendientes vendieron el edificio a Rafael Garau. Entre sus últimos dueños se encuentran también los propietarios del Rialto Living de la calle Sant Feliu. Ahora que ya está bajo los dominios del médico asturiano, Can Oleza podrá volver a conectarse con este casal por la parte trasera y tener una salida por la calle Pont i Vic.

Can Riera en la calle Pont i Vic. B.RAMON

El capital de Madera se ha extendido también calle Morei hacia abajo, con dirección al mar, alcanzando la vía Mirador. A través de su sociedad Encantos de Menorca (Can Ayamans la ha adquirido a través de la empresa Condominio once de noviembre s.XXI), ha comprado una gran casa que está junto al Palau Episcopal y que fue vivienda y despacho del arquitecto diocesano y también de la Seu Sebastià Gamundí, fallecido en 2015. Los trabajos de restauración en este inmueble también han arrancado y en la puerta puede verse la licencia de las obras, con fecha de finalización prevista en junio de 2022.

La excasa del arquitecto Sebastià Gamundí. B.RAMON

La investigadora Aina Pascual, autora de La casa y el tiempo, una autoridad sobre los casales antiguos de Palma, señaló que es importante que el propietario conserve los elementos históricos característicos que se conservan de estos inmuebles. En cuanto a la conservación de estas viviendas, hay un gran debate, pues son difíciles de mantener y a su vez hay que buscarles una compatibilidad con los usos de hoy en día.

En estos últimos años, el casco antiguo de Ciutat está viviendo un boom de reformas en los casales que quedan. Algunos de ellos tienen usos turísticos, pero muchos de ellos son residenciales.

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