Dos veces al año, en Sant Martí el 11 de noviembre y en la festividad de la Mare de Déu de la Candelaria el 2 de febrero, la imponente Seu ofrece uno de los fenómenos lumínicos más bellos y únicos de la isla. La luz del sol que entra por el rosetón mayor de Catedral se proyecta justo debajo del rosetón de la fachada interior del portal mayor, formando dos enormes círculos que parecen trazar la silueta de un ocho.
Con el fin de abordar el espectacular acontecimiento desde diversas perspectivas, la sala capitular acogió ayer una mesa redonda con expertos historia, matemáticas y liturgia. Una de las conclusiones de la sesión dio respuesta a lo que muchos ciudadanos se cuestionan al presenciar el fenómeno. La Catedral no se construyó ‘ex profeso’ para provocar el espectáculo que, de forma fortuita, se produce el día 2 del 2 y el 11 del 11.
El fenómeno viene determinado por la ampliación de la construcción. Para resolver el aumento de la altura, se edificó el rosetón mayor, cuyas medidas se definieron para aligerar el peso del muro sobre la capilla real. Por otro lado, no fue hasta los siglos XIX y XX cuando se colocaron los vidrios que posibilitan el desfile de luces. Junto a la apertura del resto de vitrales, las reformas han propiciado el espectáculo de forma casual, sin que hubiera una intención previa.
La directora de la Càtedra Seu de Mallorca, Mercè Gambús, que ejerció de moderadora, recordó que no fue hasta el año 2015 cuando se abrieron las puertas al público, así como a los medios de comunicación, para disfrutar del fenómeno ‘in situ’. También reivindicó el extraordinario valor arquitectónico de la Seu; decir que es una «catedral gótica», manifestó la directora, «simplifica» el costoso y difícil proceso de construcción, que duró desde el siglo XIII hasta el año 1630, fruto de «distintas sensibilidades y maneras de hacer» que resultaron en una construcción «prodigiosa».
Por su parte, el presidente de la Sociedad Balear de Matemáticas, Daniel Ruiz, aseguró que la Catedral es un «reflejo palpable» de la huella matemática: «Se puede ver en todos y cada uno de los rincones, en la proporción de los pilares, en la decoración de los rosetones, en la uso de elementos geométricos e incluso en la reforma de Gaudí, que utiliza la simbología numérica», explicó.
La ‘Festa de la Llum’, aseguró el experto, en términos matemáticos consiste en la «tangencia de dos circunferencias que se produce de manera perpendicular», un «concepto simple, pero en el fondo muy complejo». La explicación reside en los equinoccios de primavera y otoño, cuando el sol sale por el este y se pone por el oeste, mientras que el resto de días del año el astro rey sale hacia el sudeste o nordeste.
Por su parte,el arquitecto municipal de Campos, explicó que el rosetón, construido a principios del siglo XIV, es «fruto de una casualidad», determinado por factores constructivos a lo largo del tiempo.
Mossèn Teodor Suau, decano y presidente del Capítulo de la Catedral, aportó una perspectiva teológica, con referencias a la simbología religiosa del fenómeno: «El concepto de la luz está conectada con el anhelo arquetípico de la persona humana», explicó, a la vez que invitó a los asistentes a reflexionar sobre el análisis lingüístico de Dios, una palabra estrictamente relacionada, casualmente, con la luz.
La Seu abre sus puertas a las 7.30h para la ‘Festa de la Llum’
Esta mañana, a las 7:30 horas, la Catedral de Mallorca abre sus puertas al público para disfrutar del espectáculo lumínico de la ‘Festa de la Llum’, que tendrá lugar a las 8:30 horas. Es la segunda edición que cuenta con público después de la pandemia, aunque el aforo será limitado y el uso de la mascarilla será obligatorio en todo momento.
