La Empresa Municipal de Transportes adquirirá en los próximos dos años otros 59 autobuses para proseguir con la renovación de la flota que, en 2023 será del 80%, tras haber invertido desde 2018 un total de 60 millones de euros.

El alcalde de Palma, José Hila, el teniente de alcalde de Movilidad Sostenible y presidente de la EMT, Francesc Dalmau, y el gerente de esta empresa municipal, Mateu Marcús, han explicado este lunes esta nueva operación cuyas primeras adquisiciones se producirán en el consejo de administración convocado para mañana.

En concreto en esta segunda fase de la renovación de la flota se prevé la adquisición de 59 nuevos buses, 48 de ellos de gas natural, cuatro de ellos de ocho metros y 44 de 18 metros, cinco eléctricos con combustible de hidrógeno verde y seis eléctricos, de 12 metros.

De esta forma, cuando se haya ultimado la operación de compra, la flota actual de 178 buses pasará a ser de 200. Además, con estas adquisiciones el 80% de la flota de la EMT estará en 2023 completamente renovada, entre el 60% y el 70% de los buses serán de alta capacidad (de 15 y 18 metros), cuatro quintas partes de la flota funcionará con gas natural y más del 5% con energía solar. Por el momento se sigue apostando por el gas natural como forma mayoritaria de combustible porque, entre otra razones, los buses tienen más autonomía, se necesita una menor inversión inicial y pueden tener una mayor capacidad de pasaje.

Cuando se haya completado esta adquisición la antigüedad de la flota será de menos de cinco años, hecho que contrasta con la edad media de 2018, que era de 15 años, puesto que la mayoría de los buses se habían adquirido en 2001. En 2020, con la incorporación de la primera remesa de 100 buses nuevos el promedio bajó a 7,5 años.

Tal como ha explicado el presidente de la EMT, Francesc Dalmau, ser prevé en el verano del próximo año ya se pueda disponer de los primeros microbuses de 8 metros. La primera remesa de los articulados de 18 metros también llegará por estas fechas, aunque el grueso de las nuevas incorporaciones se realizarán en otoño de 2022. Las últimas unidades de buses de estas características llegarán a finales del próximo año. Se prevé que las primeras unidades de buses propulsados por hidrógeno y eléctricos lleguen en el otoño de 2022.

Con estas nuevas incorporaciones se prevé que la EMT esté en disposición de dar un mejor servicio a los usuarios, puesto que permitirán ofrecer unos viajes más confortables y más seguros, la mejora de las frecuencias en los corredores de alta ocupación, una mayor conectividad y puntualidad, más sostenibilidad y accesibilidad.

De esta forma, en el servicio diario la flota de alta capacidad (buses de 15 y 18 metros) pasará a representar entre el 60% y el 70% de la flota, lo que permitirá una mayor adaptación a las circunstancias como las actuales de pandemia. Según Dalmay, los buses de 12 metros se utilizarán mayoritariamente para cubrir las líneas de proximidad, mientras que los furgones de ocho metros, que serán totalmente accesibles, se utilizarán para las zonas menos pobladas de la ciudad.

Con el cambio del diésel al gas natural, se prevé la reducción de hasta el 95% de las partículas sólidas que se emiten a la atmósfera y del 85% de los óxidos de nitrógeno. También se consigue la reducción del 25% de las emisiones de dióxido de carbono y la reducción de la contaminación acústica en un 50%.