Las obras de peatonalización de la calle Velázquez, ejecutadas y finalizadas poco antes de las pasadas elecciones, escondían una sorpresa que, con el tiempo y el uso de esta vía, se ha revelado como peligrosa para los peatones. Resulta que los alcorques de los árboles han sido recubiertos por adoquines con la intención de que conformen una superficie continua y sin desniveles. No obstante, no se sabe muy bien por qué razón, la zona que rodea los árboles sobresale del nivel del resto de pavimento sin que este hecho sea perceptible por parte de la mayoría de peatones. Además, cuando crezca el césped que se ha sembrado en la línea de los árboles con el fin de que parte del agua de lluvia sea filtrada al subsuelo el desnivel aún será más peligroso. Esta actuación contrasta con la ejecutada en la vecina calle Josep Tous i Ferrer en la que, si bien no se peatonalizó, se dio el mismo tratamiento que en Velázquez en la parte de la acera y la alineación arbórea, aunque sin el desnivel de los alcorques.

En Josep Tous i Ferrer están al mismo nivel. DM