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Ciclistas y paseantes pueden volver a disfrutar del paseo de Cala Gamba.yaiza rodríguez

Mantenimiento

El paseo de Cala Gamba, reparado en dos meses tras cuatro años de dejación

Cort reforma en pleno confinamiento 100 metros de muro junto al mar porque Costas se desentendió de la infraestructura

El paseo de Cala Gamba ya está siendo disfrutado por residentes y turistas sin tener que esquivar una hilera de vallas a lo largo de cien metros lineales junto al mar. Sin embargo, tuvieron que pasar cuatro años de degradación -que empezó con una grieta y culminó con el muro de piedra caído- para que una regidora recién llegada a Infraestructuras, Angélica Pastor, cogiese las riendas del problema y dijese: Hay que solucionar esto. No era competencia de Cort, sino de Demarcación de Costas,No era competencia de Cort, sino de Demarcación de Costas pero la dejación y desavenencias entre ambas administraciones durante la legislatura anterior sobre quién debía asumir la obra paralizaron la necesaria reforma.

Finalmente, se ha ejecutado en dos meses con un presupuesto de 185.000 euros, cuya factura será remitida a Costas,cuya factura será remitida a Costas según dijo en su momento Pastor. Los obreros comenzaron los trabajos cuando todo el país estaba confinado, por lo que muy pocos palmesanos pudieron ver su evolución. Uno de ellos fue el presidente de la asociación de vecinos del Coll d'en Rabassa y de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma, JoanForteza, quien saca como conclusión que, "a pesar del retraso, una vez más se demuestra que la entidad más cercana a los ciudadanos, el consistorio, suple la responsabilidad del organismo estatal, en este caso Demarcación de Costas, que nunca atendió las demandas para arreglar el paseo".

Obras desde el mar

Forteza le envió el primer escrito a principios de 2015. No obtuvo respuesta. Poco a poco, el muro fue inclinándose hacia el mar, por lo que continuaron las denuncias vecinales y, dos años después, el Ayuntamiento tuvo que colocar una valla protectora por el riesgo de que se cayese. Un tramo de la pared se desprendió en 2018, así como parte de la base cercana al embarcadero, que no soportó los embates de diversos temporales. Al final, la reparación ha tenido que efectuarse en cien metros, trabajando principalmente desde la costa y con medidas especiales para evitar vertidos al agua, como sacas sumergibles y barreras de contención, tal como informó el área de Infraestructuras.

Los antiguos bloques de marés afectados fueron sustituidos por hormigón armado con estructura interior de hierro; y una enorme tubería de aguas residuales que estaba en desuso y era de uralita fue retirada con toda la protección requerida para este material por técnicos especializados, según comprobó personalmente el líder vecinal. Otras actuaciones de la reforma fueron cubrir el nuevo muro con el mismo tipo de piedra del antiguo para que la reparación del paseo tenga la misma estética, cambiar el pavimento de la zona peatonal, arreglar un tramo de la calzada adoquinada, rehacer el carril bici dañado, restituir el alumbrado público y repintar la señalización horizontal para que los vehículos no estacionen en el vial, entre otras cosas.

Además, la empresa municipal Emaya sustituyó la canalización de agua del paseo, tal como está haciendo actualmente en otras 15 calles del Coll d'en Rabassa, ya que las tuberías son muy antiguas y de fibrocemento. La inversión total de esta renovación de la red en 2,5 kilómetros asciende a casi medio millón de euros.

Ahora solo queda la limpieza de la costa en la parte lindante al Club Náutico, llena de residuos mezclados con posidonia, para que luzca en todo su esplendor la primera línea de Cala Gamba.

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