La escena es propia de una ciudad subdesarrollada pero ocurre en Palma. Unos jóvenes practican skate en una pista municipal pegada al cauce del torrente de sa Riera cargado de escombros, basuras, plásticos y con un olor fétido insoportable. Unos metros más abajo, en el mismo cauce del terreno, un asentamiento de chabolas donde viven rumanos. Se ve a unos niños jugando. Bajo esos techos de cartón forrados con mantas, un vertedero que cae al torrente, con agua. A lo lejos, unas cabras triscan junto a letreros publicitarios de unos grandes almacenes.

"Con las lluvias, el agua ha subido un metro y medio, si un día viene una torrentada", piensa con preocupación Salvador Maimó, presidente de la Associació Veïns es Fortí.

En el barrio están preocupados, "cansados", aclara él, "ante la desidia de Cort. Da igual quién esté. Llevamos años denunciando la dejadez de esta inmensa área que todos han prometido convertir en un vergel, y lo que es un vertedero", se lamenta Maimó.

El torrente de sa Riera avanza desde Puigpunyet hasta desembocar en el paseo Marítimo. "Al lado de la gran zona que ahora quieren mejorar, pero a la que llegarán plásticos y basuras", aventura Maimó.

No es el único que lo cree. Desde la entidad Mallorca Blue llevan más de un año denunciando el vertido al mar de plásticos procedentes de los torrentes sin limpiar. El pasado mes de febrero, ellos y el Gob denunciaron al Govern ante un hecho preocupante: el 80 por cien de los plásticos que llegan a la bahía proceden de los torrentes de s'Hostalet, na Bàrbara y el Gros, y desde luego, el de sa Riera.

Joana Maria Garau, directora general de Recursos Hídricos del Govern, reconoció que "con el presupuesto que tenemos, solo podríamos llegar al 10 por ciento y en diez años". En febrero indicó a este diario que se estaba trabajando en los torrentes de sa Riera y Gros.

Una visita es suficiente para contemplar que el de sa Riera está sucio. Es un peligro en potencia.

"Es cierto que los que viven en el asentamiento recogen chatarra y la que desechan la arrojan al cauce. Lo hemos denunciado pero se pasan la pelota tanto Emaya. Nos sentimos desatendidos", dice Maimó. "Además -añade- nos preocupan también estas pobres personas, expuestas a una desgracia".

La limpieza de los torrentes es competencia del Govern pero en los tramos urbanos es Emaya la responsable. "Con lo que ha ocurrido en Llevant, deberían ser más conscientes de lo que puede pasar en sa Riera", indica Maimó.