José Hila, regidor de Urbanismo, respondió ayer a los vecinos y okupas del bloque VIII de Corea, que el lunes se manifestaron para exigir una vivienda alternativa a la suya, que "ya sabían que ese edificio se iba a derribar". Además, aseguró que esta semana estará listo el informe sobre el estado del inmueble que especificará "qué parte está en riesgo inminente y no puede seguir habitada".

Hila, al igual que un día antes hizo el acalde, Antoni Noguera, recordó que los planes de expropiación y derribo del bloque VIII de Camp Redó, o Corea, se remontan a hace años y que solo queda por cerrar el acuerdo con ocho propietarios del total de 32 viviendas que hay en el edificio.

Sin embargo, la okupación de 17 pisos representa un problema en este proceso de expropiación y desalojo. Los vecinos afectados por los planes del Ayuntamiento han contratado a otro perito para que certifique cuál es el estado del edificio.

Tras una primera visita el lunes al mediodía, este experto regresó ayer, pero solo pudo hacer una inspección exterior, indicó un portavoz de los vecinos.

Este perito pedirá permiso para inspeccionar el interior, al encontrar viviendas cerradas, explicó este vecino.