La demolición de las tres primeras viviendas de Son Banya incluidas en el plan de realojo del poblado ha tenido que ser paralizada a última hora de la mañana de hoy debido a problemas estructurales.

Los trabajos previos al derribo han comenzado a primera hora con la retirada de las placas de uralita del inmueble situado entre la calle central de Son Banya y la primera transversal del lado izquierdo, pero los especialistas se han encontrado falsos techos y una estructura compartida con la casa lindante, por lo que la demolición podría provocar daños en este inmueble, de ahí que se haya decidido paralizar la obra.

Mañana jueves está previsto que la demolición continúe en las otras dos viviendas, cuyos propietarios ya han sido realojados en pisos de diferentes barriadas de Palma, con la ayuda económica y profesional del Ayuntamiento.

Un equipo integrado por técnicos de las áreas de Bienestar Social e Infraestructuras, así como efectivos de la Policía Local y de la Policía Nacional, además de la empresa de construcción y la de retirada de la uralita han iniciado el proceso en el poblado ante la presencia de un grupo residentes, con los que se han vivido algunos momentos de tensión, aunque las familias que habitaban las primeras viviendas afectadas salieron hace unos días de forma voluntaria.

Todas las formaciones políticas representadas en el pleno del Ayuntamiento firmaron en enero de este año un acuerdo "histórico" para llevar a cabo el programa de desmantelamiento del poblado de Son Banya, según expresó el alcalde, Antoni Noguera, en su momento.

Tal como dijo entonces, se destinarán unos 5,4 millones de euros, distribuidos en siete años, para realojar a las familias vulnerables.