La actual biblioteca del Molinar, situada enfrente del colegio público, será trasladada al edificio de la Petrolera. La oposición de la asociación de Madres y Padres del colegio público, apoyada por 14 entidades de la barriada, y por los grupos municipales del PP y Ciudadanos, no ha conseguido modificar la decisión del concejal de Cultura de Cort, Llorenç Carrió, y que se mantenga abierta la actual biblioteca al tiempo que se pone en funcionamiento la nueva infraestructura en el edificio emblemático de La Petrolera.

La presidenta de la Asociación de Padres y Madres del colegio público del Molinar, María del Pilar Martín, advirtió en su intervención en el pleno que "no nos quedaremos de brazos cruzados viendo cómo cierran nuestra biblioteca" y advirtió de que "seguiremos luchando con todas nuestras fuerzas para evitar que rompan este proyecto. Un proyecto que afecta a todo un barrio y, sobre todo, a 450 niños de nuestro colegio en los que usted no ha pensado", refiriéndose al concejal Carrió.

Por su parte, el responsable de Cultura municipal insistió en que "no cerramos la biblioteca, sino que la trasladamos a un espacio emblemático de la barriada", lo que permitirá abrirla tres mañanas en lugar de dos, además de todas las tardes y los sábados por la mañana. Carrió también se comprometió a mantener el programa educativo que realiza el colegio público en relación a la biblioteca municipal e insistió en que "no sería coherente que en una barriada haya dos biblioteas".

Función social

Desde la asociación de madres y padres no se mostraron conformes con sus argumentos y por la tarde se reunieron en el colegio público para tratar los pasos a seguir para conseguir que la biblioteca continúe abierta.

La recogida de firmas es su próxima baza, "probablemente iremos al pleno del mes que viene con ellas", señaló la presidenta, quien se mostró molesta con el regidor, quien, aseguró, "hace días que dijo que se pondría en contacto conmigo y aún espero".

Miquel Coll, secretario de la asociación, explicó que se trata de "la tercera biblioteca de Palma y todos los allí reunidos coincidieron en que es un proyecto "con una función social muy importante que en el nuevo edificio no cumplirá", ya que hay muchos niños que no disponen en sus casas de un lugar apropiado de estudio y utilizan esta biblioteca para hacer deberes, consultar libros y utilizar los ordenadores, ya que muchos de ellos no tienen acceso a internet.