De las defunciones que registra la Empresa Funeraria Municipal (EFM), el 50% demanda incineración y la otra mitad restante la inhumación, un dato que suele ser constante, confirmó ayer Jordi Vilà, gerente de la entidad.

En Mallorca, además de los tres hornos crematorios de Palma (dos en Son Valentí y uno en Bon Sosec), hay otros en Sóller, Inca y Manacor. Este verano, tal como publicó este diario, muchas funerarias optan por realizar las cremaciones en Sóller, para evitar listas de espera en Ciutat y que el precio se encarezca debido al pago de las cámaras frigoríficas para conservar al difunto.

Sobre esta cuestión, Vilà especificó que hay otras empresas funerarias que no disponen de hornos crematorios y deben subcontratar servicios a terceros, incluso de otros municipios, tal como permite la ley, pero que esta opción no se plantea en la EFM para aliviar las listas de espera.

El coste de una incineración en los cementerios de la EFM tiene un coste básico de 1.550,40 euros. El precio se incrementa a 1.734,70 euros si se incluye velatorio.