La idea no es nueva. En Pere Garau llevaron a cabo una campaña de concienciación similar. En esta ocasión, el excremento estaba en la calle Arc de l´Almudaina, muy cerca de la Seu. El cartel, a modo de crítica, lo dice todo. La intención está clara, que el responsable, el dueño del animal, lo vea y no lo vuelva a hacer.