Con pancartas en tres idiomas, castellano, inglés y alemán, unos 50 defensores de los animales mostraron ayer su rechazo a las calesas en el paseo del Born. La manifestación, promovida por la asociación de Información, Concienciación y Acción Animalista (ICA), reivindicó el cese absoluto de una práctica que llevan años denunciando. Según aseguró Sonia Monterroso, coordinadora del grupo, "la asociación rechaza y denuncia el trato que se da a los animales, a los que se les obliga a trabajar durante muchas horas y a temperaturas que superan los 30 grados en verano".

Durante la manifestación, los animalistas informaron a los palmesanos y turistas que paseaban por el Born. Según ICA, los caballos están expuestos al maltrato y a la sobreexplotación y muestran su apoyo a la alternativa que se está promoviendo desde Cort. "En el Ayuntamiento, gracias al esfuerzo de la Asociación Animalista de les Illes Balears (ASAIB), se está estudiando la propuesta de sustituir las calesas de caballos por vehículos electrónicos y ecológicos", explicó Monterroso.

La coordinadora de ICA animalista aseguró que este sistema de transporte es "realmente innecesario" y reclamó que "quien quiera conocer la ciudad, puede hacerlo andando y no explotando a un animal en esas condiciones". Respecto a los daños que puede sufrir un caballo que tira de las galeras, subrayó que principalmente sufren explotación, heridas y golpes de calor. "Se supone que hay una legislación que protege a los equinos y regula sus horarios, pero todo el mundo ve a las calesas volviendo a las dos de la madrugada. No se respeta", denunció Monterroso.

La presidenta de la Asociación Animalista de les Illes Balears, Carmen Rojas, afirmó que ellos se encargan de denunciar todas las irregularidades que observan. "Hace unos años este colectivo gozaba de ciertos privilegios e impunidad y, a pesar de haber un reglamento poco estricto, tampoco se cumplía", añadió. Para ASAIB lo importante ahora es conseguir que la normativa se cumpla y que se aumente la protección de estos animales hasta que se logre la sustitución de este sistema por el de vehículos eléctricos. Por ahora, el debate sobre la continuidad o no de las galeras está abierto en el Ayuntamiento.