El polémico bar de lujo del dique del Oeste fue inaugurado el pasado viernes y el mismo día recibió una inspección de la Patrulla Verde, que certificó que el establecimiento está abierto al público sin tener la obligatoria licencia de actividad que otorga el Ayuntamiento de Palma. Por ese motivo, Cort ha anunciado que el lunes abrirá un expediente sancionador contra la empresa Dreams and Cosmetic SL, que es quien se encarga de gestionar el negocio.

La denuncia partió de la asociación proteccionista ARCA, que el viernes advirtió al Ayuntamiento que el local había abierto al público sin autorización municipal. El personal de Cort comprobó entonces la acusación y envió a la Patrulla Verde de la Policía Local para que levantara un acta. Los agentes medioambientales certificaron el mismo viernes por la noche que el establecimiento ya estaba operando, pese a que el consistorio no lo había autorizado.

Según fuentes municipales, el local no puede obtener la necesaria licencia de actividad, ya que debe estar vinculada a una licencia de obras que nunca ha tenido. Sin el permiso de Cort, la empresa Dreams and Cosmetic SL inició a principios de mayo las obras de reforma de la batería avanzada de Sant Carles, un edificio catalogado como bien de interés cultural que fue construido en 1762.

El inmueble, que antaño tenía uso militar, es propiedad de la Autoritat Portuària de Balears (APB). Este organismo público lo sacó a concurso para crear allí un bar. Dreams and Cosmetic SL obtuvo la adjudicación y la APB les autorizó a comenzar las obras. La empresa gestora del bar entiende que, con ese beneplácito, ya les bastaba para reformar el fortín.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Palma argumenta que la APB solo tiene competencia para autorizar obras o instalaciones que estén relacionadas con la propia actividad portuaria. Por ello, Cort asegura que el bar chill-out del dique del Oeste tenía que pedirles permiso de obras. Además, esa autorización debería haber contado con el visto bueno de la Comisión de Patrimonio Histórico del Consell de Mallorca, ya que el fortín es un edificio protegido.

Pese a que Cort decretó la paralización de las obras, la empresa adjudicataria hizo caso omiso. El regidor de Urbanismo, Antoni Noguera, afirmó en un comunicado que "se tiene que acabar la barra libre de las obras ilegales" y que "han vulnerado reiteradamente la normativa urbanística y de protección del patrimonio".